Unas 50 familias sanjuaninas habrían sido estafadas con la compra de terrenos y casas fantasmas de un loteo ubicado en Rawson y, por ello, radicarán una denuncia conjunta contra la inmobiliaria acusada en la Justicia Penal, lo que desencadenaría una mega causa que recaería en el juzgado de instrucción de turno.
Somos Propiedades es la inmobiliaria que está en la mira de los damnificados que aseguran haber pagado terrenos que nunca se escrituraron y aseveraron que luego los contratos de construcción de las viviendas tampoco se cumplieron, al cabo de los plazos estipulados, por lo que el sueño de la casa propia se transformó en una verdadera pesadilla.
Según detallaron las presuntas víctimas de estafa, los lotes que fueron ‘comprados’ eran 30 en total y estarían situados en calle Balmaceda, a los fondos del mayorista Makro, en la comuna rawsina. Con diversos tipos de financiaciones, los ahora denunciantes explicaron que entregaron sumas abultadas de dinero para cancelar el terreno y, posteriormente, continuar pagando la edificación en un tiempo determinado. Pero nada de eso ocurrió.
“Decidimos hacer la inversión en 2014. En 12 meses cancelamos, supuestamente, el terreno y en los siguientes 36 meses seguimos pagando la edificación. Lo único que nos entregó la inmobiliaria fue un comprobante de cancelación pero nunca una escritura, al menos por el terreno”, contó Melisa Luna, una de las afectadas.
Al transcurrir el plazo de construcción y las prórrogas de los mismos, como no tenían ningún tipo de novedad, la mujer detalló que junto a su marido Matías Silva insistieron en varias oportunidades en la agencia con localización en Avenida Córdoba y Urquiza, aunque no consiguieron respuestas inmediatas.
“Pagamos cerca de 165 mil pesos en aquella oportunidad en total, un montón de plata si se actualiza con la inflación y nos quedamos con las manos vacías. Al principio, en el loteo se veían carteles de señalización pero al tiempo los sacaron, ni urbanización ni nada”, agregó. Esos montos, actualizados y sumados a las cifras de que habrían pagados otros afectados, alcanzarían números millonarios.
Tras reclamar en la inmobiliaria, solicitaron la devolución del dinero y firmaron un nuevo contrato con la empresa que habría admitido la imposibilidad de construir. Acorde a su relato, el trato era sencillo: 50 mil pesos en seis cuotas que debían pagarse a partir de agosto de 2019; la primera se pagó pero la segunda no llegó nunca, tampoco la tercera.
Ahora, reunidos en el pedido de una solución, los presuntos perjudicados por la inmobiliaria harán la acusación formal en sede judicial. “Sabemos que a la plata no nos la van a devolver, pero queremos que los responsables paguen con cárcel el daño que hicieron”, cerró.