El peronismo ya trabaja en una serie de proyectos para empujar en los primeros 120 días del gobierno de Alberto Fernández. La carpeta está en manos de Sergio Massa, quien se encamina a presidir la Cámara de Diputados y que acordó reunirse con el actual jefe de la Cámara, Emilio Monzó, para encarar la transición.
El encuentro -que se llevará adelante “entre lunes y martes”- tiene como objetivo formal hacer un inventario de los temas pendientes en la Cámara: los proyectos que tienen estado parlamentario y los que están en discusión en comisiones.
Entre ellos, sigue abierta la incógnita sobre qué pasará con la reactivación de la bicameral de la Defensoría del Pueblo -una movida motorizada para postular a Monzó a ese cargo- que se cayó el miércoles pasado por falta de respaldo de los bloques del PRO y el kirchnerismo, que no acudieron. “Todavía se está conversando”, aseguran cerca de Monzó.
Mientras tanto, Massa prepara un conjunto de medidas para avanzar en los primeros meses de Gobierno y darle fuerza y “viabilidad política” a la nueva gestión.
Prácticamente todas las iniciativas son económicas y están ligadas a los dos ejes en los que Fernández hizo hincapié durante la campaña: “poner en marcha la economía” y “generar dólares genuinos”.
En ese sentido, los equipos técnicos trabajan -en conjunto con los gobernadores de Chubut y Río Negro- en una ley para promover nuevas inversiones en yacimientos de hidrocarburos convencionales y no convencionales; una reforma tributaria para bajar la presión impositiva que beneficie, principalmente a las PyMEs; y la creación de un consejo económico y social que nuclee a distintos sectores y construya acuerdos en temas claves, como precios y tarifas.
También prevén volver a empujar la Ley de Góndolas, sobre la que ya hay un consenso tácito entre los distintos bloques del oficialismo y la oposición, que presentaron distintos proyectos sobre el tema.
A su vez, el presupuesto 2020 es prioritario. Según pudo saber Clarín, la intención en un principio es “corregir” el texto que ya envió el gobierno de Mauricio Macri “para no empezar de cero” y tratarlo con la nueva composición de la Cámara antes del 30 de diciembre.
El proyecto de reperfilamiento de deuda enviado por el oficialismo también es un pendiente. Sin embargo, Alberto Fernández suele repetir que ese tema se debe tratar como lo hizo con Néstor Kirchner en 2003: primero negociar la reestructuración con los acreedores y luego enviar el proyecto ya cerrado al Congreso.
Además, hay otros temas menores en borrador que prefieren mantener en reserva para que el futuro presidente pueda usar y anunciar en su discurso de jura.
Fuera del eje económico, cerca de Massa promueven la creación del Consejo de Seguridad, en reemplazo del Ministerio, para transformar el tema en una “política de Estado”. La idea es que ese Consejo nuclee a las diferentes fuerzas y tenga “un ministro coordinador” elegido por el Ejecutivo pero con aprobación parlamentaria.
“Seguramente haya extraordinarias. Pero eso no se puede confirmar hasta que no esté listo y consensuado con Alberto el paquete de temas a tratar”, aseguranen el massismo. Cerca de Alberto Fernández concuerdan en que los primeros meses de Gobierno son clave.
Mientras tanto, en el Senado la transición ya empezó. Después del llamado de la vice presidenta Gabriela Michetti a Cristina Kirchner, el jueves hubo una primera reunión de equipos.
Si bien la ex mandataria no fue envió como delegados al jefe de su bloque de Unidad Ciudadana, Marcelo Fuentes, y la secretaria de la bancada, Virginia García.
Los cuatro estuvieron reunidos una hora y media y quedaron en volver a juntarse la semana que viene y sumar a secretarios parlamentarios.