El Ministro de Hacienda de la provincia advirtió ayer que en caso de que los gremios insistan en el pago de un plus de fin de año para los agentes de la administración pública, se dejará de lado la actualización salarial por inflación, conocida como cláusula gatillo. “”El bono y la cláusula gatillo juntos son imposibles” dijo el Ministro de Hacienda y vicegobernador electo, Roberto Gattoni. Ante esa disyuntiva, cinco sindicatos -ATSA, UPCN, UDA, Sindicato Médico y Asprosa-, anticiparon que se vuelcan a la cláusula gatillo porque es una herramienta remunerativa y bonificable, con impacto en la jubilación. Un sexto gremio, que nuclea al 50% de los estatales -UDAP- no fue tan categórico y en cambio dijo que lo analizaría con las bases porque el sector cuenta con una franja mayoritaria de sueldos más bajos que están muy endeudados, y la posibilidad de contar con un plus a fin de año sería un alivio.
La polémica se disparó cuando trascendió que en Hacienda estaban evaluando el pedido de algunos gremios de otorgar un bono navideño, e informalmente trascendieron cifras que oscilan entre los 4 y 6 mil pesos. Pero enseguida el titular del Ministerio salió a aclarar que eso significaría dar por terminada la cláusula gatillo para el último mes del año. “”Se pueden considerar algunos pedidos sindicales, pero lo que no podemos hacer es mantener la cláusula gatillo y pensar en un bono”, dijo Gattoni, planteando el dilema. Un sondeo por los sindicatos reveló que la mayoría no quiere desprenderse de ese instrumento de actualización. “”Nuestra opinión es que se quede la cláusula gatillo porque permite mantener el valor del salario en el tiempo ante el proceso inflacionario. Si bien es importante el bono, no tiene proyección de futuro, en cambio la cláusula produce un efecto multiplicador en aportes y contribuciones”, dijo Alfredo Duarte, desde el sector de la sanidad. Gabriel Pacheco, desde UPCN, analizó que el bono funcionaría como una recompensa que quizá beneficiaría a algunos sectores porque no tiene ningún tipo de retención, “”pero si es una cosa por otra, elegimos la cláusula gatillo”, afirmó.
El secretario General del Sindicato Médico, Daniel Sanna, también fue contundente: “”No estamos de acuerdo con un bono”, dijo y analizó que si bien a los sectores de la administración pública cuyos salarios sean menores se verían beneficiados “”hay otro tema que es el jubilatorio. Todo tiene que ser remunerativo y bonificable y se prometió en las elecciones una mejora del salario para alentar el consumo que se logra con la cláusula gatillo”. Coincidió Silvia Otto, desde la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud: “Siempre estuvimos en desacuerdo con los bonos porque son en negro y se obtienen por única vez y nada más. Hoy un bono de $5.000 no significa nada al bolsillo y la cláusula gatillo nos ayuda a oxigenar el salario y es la única forma de equipar el poder adquisitivo hasta marzo que volvemos a juntarnos en paritarias”, señaló.
Luis Lucero, secretario General del gremio docente UDAP, en cambio dijo que tomará un posicionamiento cuando reciba “”una propuesta concreta” y si bien destacó que en el caso de docentes la cláusula gatillo se firmó con acuerdo paritario y para cambiarlo habría que reunirse en otro encuentro similar, admitió que algunos sectores se ven beneficiados con el bono. “Hay docentes que pasaron de una banda a otra y con la cláusula gatillo pasan a pagar Ganancias. Y por el tema económico hay una franja muy importante de la pirámide del cargo básico, que es la más numerosa, y su salario está muy afectado por deudas, el bono es dinero fresco”, opinó.> Tres años de la herramienta
Paritaria 2017
La cláusula gatillo comenzó a aplicarse con el acuerdo salarial de 2017. La paritaria cerró en un 22% en dos veces, y con una inflación de 24,8% se aplicó por primera vez en enero de 2018.
En 2018
El acuerdo paritario fue de 17% en dos veces, pero la inflación cerró en 47,6%, por lo que el Gobierno afrontó un desfasaje del 30,65 en actualizaciones salariales ese año.
En 2019
Para 2019 el acuerdo salarial fue del 27 por ciento en tres veces y se espera que la inflación anual alcance el 55%, por lo que la cláusula gatillo representará un “extra” del 28%.
> El peso de la actualización
De acuerdo al avance de la inflación de este año, el mecanismo de recomposición salarial le representará a la gestión uñaquista unos 425 millones de pesos extras a fin de año. El Gobierno otorgó un aumento salarial del 27% pero se estima que a fin de año la suba de los precios alcanzará el 55%. De esa forma la provincia terminará pagando casi el doble de lo que tenía previsto en marzo pasado a lo casi 42.000 agentes de la administración pública provincial. Según explicaron las autoridades del Ministerio de Hacienda, cada punto porcentual representa unos 15,2 millones de pesos a las arcas provinciales, de ahí que la diferencia será mayor a los 400 millones de pesos. De todos modos, las autoridades aseguraron que la instrumentación de la cláusula de actualización del salario por inflación está asegurada para este año