Un médico sanjuanino está en serios problemas. Un juez lo procesó por el supuesto ataque sexual contra una joven que fue a atenderse con él a una conocida clínica de la capital provincial y luego denunció que este profesional la besó, la manoseó y se bajó el pantalón, indicaron fuentes tribunalicias. El profesional se salvó de que lo mandarán al penal de Chimbas en razón de que el delito del que lo acusan permite la excarcelación, aun así tiene prohibido acercarse o tomar cualquier tipo de contacto con la víctima. El fallo no está firme y su abogado defensor ya apeló.
El que está en aprietos es el médico Francisco Sarruf, de 43 años, quien fue procesado en el Cuarto Juzgado de Instrucción por el supuesto delito de abuso sexual simple, según fuentes del caso. No trascendieron muchos detalles del caso, pero el caso empezó a investigarse en mayo último.
La presunta víctima es una joven sufrió un accidente y concurrió a un sanatorio del centro sanjuanino a hacerse un chequeo general como consecuencia de las lesiones que tenía. Ahí vio a este médico, que le pidió que se realizara una tomografía y que regresara el día 9 de mayo con los estudios. Ella regresó a la clínica ese día y el profesional la recibió en su consultorio. Lo que relató la joven fue que él la saludó con un abrazo y dos besos, que la hizo recostar y le palpó en distintas partes del cuerpo hasta que le ordenó sentarse.
En ese momento el doctor le dijo que iba a llenar la planilla y se le acercó. La joven pensó que quería despedirse, por el contrario, el profesional supuestamente la abrazó fuertemente y, cuando ella se tiró para atrás, éste le besó en la boca y en el cuello, según revelaron allegados al caso. La víctima afirma que después la manoseó, a la vez que se desprendió el pantalón y hasta la obligó a que le tocara sus genitales.
La joven también relató que se resistió en todo momento, mientras él decía cosas. Ella le rogó que la soltara hasta que, para frenarlo, le dijo que volvería mañana, según la versión. Recién ahí la liberó y ella pudo marcharse.
Al rato, la muchacha llegó shockeada a su casa, se puso a llorar en su habitación y más tarde le contó todo a su hermana mayor. Esta a su vez le comentó lo sucedido a su hermano y juntos fueron a la clínica para averiguar el nombre del médico. Esa misma tarde denunciaron el hecho en la Seccional 1ra y en la Comisaría de la Mujer.
El médico se abstuvo de declarar en la causa, mientras que la chica ratificó la denuncia en sede judicial. Como se trata de un delito que a veces es difícil de probar porque se dan en ámbitos privados y sin testigos, tiene mucho valor las pericias psicológicas. En este caso, los informes de los profesionales que entrevistaron a la víctima señalaron que ella no miente ni fabula y que su relato es coherente y no muestra contradicciones. De la misma forma, explicaron que la joven muestra indicadores de un trauma o que tiene miedo por lo sucedido, contó una fuente del caso. Además, describió el lugar y dio otros detalles que hace presumir que dice la verdad. En base a esas pruebas fue que procesaron al médico, pero sin prisión preventiva. Por otro lado, el juez le dictó un embargo en dinero y dispuso que tiene prohibido acercarse a la chica a 600 metros a la redonda o intentar contactarse con ella por cualquier medio, incluso a través de las redes sociales. Su abogado defensor sostiene que no existió nada de lo que se denunció y que no hay pruebas para procesarlo, de modo que apeló el fallo contra el profesional.