Pudo ser una tragedia pero afortunadamente no pasó a mayores. Durante la tarde de ayer, una familia se encontraba en el interior del rancho que habitan, cuando una de las paredes de adobe se derrumbó sobre un nene de 4 años.
Desesperada, la mamá del menor alertó a los vecinos, quienes llamaron a una ambulancia. El pequeño fue trasladado al servicio de Urgencia del Hospital Rawson, donde fue asistido por un traumatismo de cráneo y golpes. Quedó en observación.
Todo ocurrió minutos después de las 19, en el asentamiento Pedro Echagüe.