Se llama Matías Exequiel Hernández, es obrero, tiene 29 años y vive con su pareja y cinco chicos en la Villa San Expedito, en Pocito. Por estas horas atraviesa el que quizá sea su peor momento, pues está internado en muy grave estado en el hospital Guillermo Rawson con la cabeza literalmente partida y hundida. Su madre asegura no saber qué pasó con precisión, pero no descartaba que su atacante haya sido el mismo que un año atrás lo golpeó con un ladrillo, generándole una herida en la cabeza que obligó a suturarla con cuatro puntos.
En la Policía sin embargo tienen una hipótesis definida: un problema de polleras. En esa línea precisaron que luego de un cruce de palabras con un rival al que ya tienen identificado, la cosa pasó a una pelea desigual pues el atacante de Hernández usó una piedra para golpearlo en la cabeza.
En la Policía esperan contar con pruebas firmes para caerle encima al sospechoso
Todo pasó alrededor de las 20,30 del miércoles en inmediaciones de Aberastain entre las calles 12 y 13, en Pocito.
En principio, se manejaron diversas teorías sobre el origen del hecho (el ataque de una patota, una caída por accidente), pero cuando los policías de la seccional 7ma se pusieron a hilar más fino, se toparon con una versión distinta.
Según explicaron, todo indica que Hernández estuvo bebiendo con otro sujeto en un kiosco, hasta que se quedó sin dinero, fue a buscarlo y cuando volvía se topó con su viejo rival y las cosas terminaron con un saldo bastante negativo para él.
“Yo no sé por qué dicen que estaba tomando si cuando mi hijo bebe un vaso se cerveza se le nota a la legua. Él no tomó, no sabemos lo que le pasó, pero yo creo que puede haber sido el mismo que hace un año le dio un ladrillazo. Ruego a Dios que mi hijo salga bien de todo esto y que se haga justicia”, dijo ayer Verónica Hernández, madre de la víctima.
Según voceros policiales, el sujeto que bebía con Hernández habría declarado que su acompañante sufrió la herida en una caída, pero los pesquisas están convencidos de que ocurrió otra cosa pues el propio Hernández habría manifestado, malherido y antes de empeorar, que había tenido una pelea con otro hombre.
Ahora esperan que la víctima mejore para poder tomarle una declaración por escrito o recabar otras pruebas contundentes para caerle encima al sospechoso.