El Presidente Alberto Fernández comenzó su discurso de apertura de las sesiones ordinarias “En la Argentina de hoy, la palabra se ha devaluado” comenzó, en clara alusión al gobierno anterior.
Aunque sin nombrarlo, el Presidente cargó en su diagnóstico sobre el gobierno de Mauricio Macri, trazando una situación “dramática, de destrucción” sobre la economía y el Estado Nacional. Sobre la base de “asumir la verdad que nos toca”, Fernández trazó las dificultades que afronta su nuevo Gobierno.
Denunció la herencia de un “nivel récord de inflación del 53,8%, y una deuda pública récord en monto y concentración de vencimientos”. Niveles récord de inflación y una “capacidad ociosa en la industria que roza el 40%”. Nuestro país “hace dos años que está sumido en una recesión profunda”, señaló el Presidente. En relación a la obra pública indicó que “ el 60% de las obras iniciadas se encuentran paralizadas” mientras que los aumentos tarifarios “llevaron a situaciones críticas a miles de familias, pymes e industrias”.
Según Alberto Fernández, estamos frente a un “Estado debilitado donde casi desaparecieron los instrumentos de regulación”. Y sobre esta base señaló la necesidad de avanzar en un “desarrollo inclusivo y sostenible”, con la “solidaridad como viga maestra” para la nueva administración, sostenida en un “programa integral y sustentable”, con base en “objetivos fiscales y de política monetaria a partir de la negociación de la deuda externa”.
El mandatario rectificó el rumbo lanzado por la ley de solidaridad votada en diciembre pasado, con el objetivo de “detener la caída de los argentinos en la pobreza” y “tranquilizar la economía, recuperar el trabajo y recomponer el ingreso de los que menos tienen”.
De esta forma, rectificó las medidas tomadas para alcanzar este objetivo: destacó un “Incremento del salario medio del 5,5% y de las jubilaciones más bajas del 16% para el comienzo del año”, “disminuimos las tasas de interés que asfixian nuestra economía”, y de esta forma, “la tasa de interés bancaria se ha reducido del 63% al 40%”, enfatizó el Presidente.
“Establecimos la doble indemnización para los despidos sin causa”, “renovamos el programa ahora 12” y “congelamos temporariamente el aumento de tarifas”, remarcó.
“La lucha contra el hambre es nuestra prioridad, porque comer no puede ser un privilegio”, de esta forma, casi 1 millón de familias ya son titulares de la Tarjeta Alimentar, resaltó Alberto Fernández.
El Presidente destacó “que los precios dejen de crecer en la Argentina es una responsabilidad de todos”, en referencia al problema de la inflación. Defendiendo su política de control de precios, “este Gobierno se va a poner al frente contra la inflación”, y “vamos a exigirles total responsabilidad a los formadores de precios”. “Los pícaros que especulan subiendo los precios no tienen cabida en esta Argentina”, en clara referencia hacia los supermercados.
Sobre el tema de la deuda, el Presidente indicó que el Banco Central se encuentra revisando el endeudamiento realizado por el gobierno anterior, “todos hemos visto impávidos, cómo los dólares que deberían haber financiado el desarrollo productivo, acabaron fugándose del sistema financiero, llevándose los recursos y dejándonos las cargas de la deuda”, sentenció.
“Endeudarse sólo para beneficio de los especuladores y del prestamista”, apuntó nuevamente contra el gobierno anterior. “Debemos saber quiénes se beneficiaron con esas prácticas”, y disparó: “Nunca más a un endeudamiento insostenible”.
“Hemos iniciado las negociaciones para reestructurar la deuda pública”, en este sentido rescató la comprensión internacional sobre la situación argentina. De esta forma, el Presidente expresó su “agradecimiento al Papa Francisco”, así como reivindicó el apoyo de diversos países e incluso del Fondo Monetario Internacional al planteo argentino, alrededor de que “la deuda argentina no es sostenible”.
“Agradecemos a la oposición en el Congreso al apoyo para reestructurar la deuda”, señaló el presidente, con el objetivo de buscar nuevos apoyos a futuro para salir de “los ciclos de sobreendeudamiento en los que recurrentemente cae” nuestro país.
“Con las autoridades del FMI venimos trabajando en forma constructiva”, “hay un creciente entendimiento mutuo”, “el acuerdo al que lleguemos con los acreedores debe ser sostenible” indicó Alberto Fernández en relación a los “ciclos de sobreendeudamiento”.
“Debemos generar una industrialización de base nacional” indicó el Presidente sobre el plan a futuro para poder hacer frente a esta deuda.
“Iniciamos una renovada batalla nacional por el gas y el petróleo”, de esta forma, Alberto indicó que el sector de los hidrocarburos será una de las claves hacia el futuro. “Enviaré un proyecto de ley para el desarrollo del sector hidrocarburífero y minero que promueva y estimule la inversión en el sector”. De forma que permita “crear cientos de miles de empleos en los póximos años”.
El Presidente indicó que además enviará al Congreso una modificación de la Ley del Conocimiento, para “potenciar nuestro sistema de ciencia y tecnología”. Además, adelantó que aumentará las partidas presupuestarias para el sector.
El mandatario se refirió al campo, pidiéndo un “esfuerzo para quienes exportan”, en relación al debate abierto sobre las retenciones. De esta forma, la propuesta se basa en incrementar “sólo uno de los 24 bienes que se exportan”. Apuntando a favorecer el “desarrollo de las economías regionales”. Así, el Presidente lanzó un llamado al diálogo con el sector.
Sobre la base de estos puntos, el Presidente finalmente anunció la presentación del proyecto de ley sobre el “Consejo económico y social” para el desarrollo argentino. “Queremos que sea el motor de políticas de la sociedad”, en referencia a un acuerdo amplio entre diversos sectores. “Diseñar la agenda del futuro” será la plataforma del Consejo.
“Terminamos con el oscurantismo que imperó en estos años” indicó Alberto Fernández sobre la intervención hacia la AFI. Ahora, “más del 90% de los ingresos que el gobierno anterior había destinado como fondos reservados, se han transparentado y han vuelto a ser públicos” señaló, con el objetivo de “poner fin a los sótanos de la democracia”. “Esta misma semana, dictaré un Decreto de Necesidad y Urgencia”, de forma que se actuará “impidiendo que realicen tareas represivas, realizar tareas policiales o realizar tareas de auxilio criminal como auxiliares de la justicia”.
“A 26 años del atentado a la AMIA”, obligará a la Agencia de Inteligencia a “descalificar” los archivos secretos para esclarecer las conexiones políticas con el atentado.
Sobre la Reforma de la Justicia Federal, Alberto indicó que “venimos a ponerle fin a la designación de jueces amigos y a la utilización política de la Justicia”. De esta forma, enviará un proyecto para terminar una situación donde “la arbitrariedad judicial reemplace a las normas del derecho”.
“Estamos terminando para siempre con la manipulación de sorteos, y la concentración de procesos que el oligopolio de los jueces federales ha permitido”.
En el marco de una serie de medidas dispuestas para “federalizar” la Justicia y de “agilizar las causas”, el mandatario señaló la creación de un “Consejo” consultivo para realizar “transformaciones de fondo de la Justicia Nacional”, donde sus propuestas serán “enviadas al Congreso de la Nación”.
El Presidente apuntó al “diálogo” para “anticiparnos a los conflictos y resolverlos de manera pacífica”, entre las organizaciones sociales y las Fuerzas Federales.
Por otro lado, brindó un instante para recordar a las víctimas del ARA San Juan, “los 44 están presentes en todos los argentinos”, brindando un “ascenso post mortem” para cada uno de ellos.
Anunció un “Programa de Innovadores de Gobierno” para conformar un cuerpo profesional para realizar “cambios significativos en el Estado Nacional”, para promover “cambios de calidad en el sector público”.
“La deuda pública que se contraiga en el futuro (…) estará atada a la necesidad social” señaló, en referencia a las tareas que realizará una nueva agencia que diseñe el Presupuesto para el año próximo.
En relación con la región, el Presidente indicó que trabajará con una “integración global del Mercosur”, que avance en “garantía de inversiones, compras públicas, que acelere trámites aduaneros”.
En términos de política internacional, Alberto indicó que “estamos trabajando activamente” en la “usurpación de las Islas Malvinas”. De esta forma, señaló que enviará “tres proyectos de ley para afianzar la soberanía nacional”.
Sobre el sistema previsional, el Presidente señaló que “hemos encontrado un Anses desfinanciado”. Atacó también la movilidad jubilatoria aprobada por el gobierno anterior, denunciando que “la mayor parte del ajuste recayó sobre los sectores más vulnerables”. De esta forma, defendió las medidas tomadas por su gobierno, en el sentido que “mejoramos los ingresos del 85% de los sectores más postergados”. “En la argentina no hay más lugar para los privilegios”, indicó en relación al proyecto de ley sobre las jubilaciones especiales.
“Mañana comenzarán las clases normalmente en casi todo el país”, rescató el Presidente, como fruto del “diálogo” entre las partes. “Educar, educar y educar para que haya futuro” señaló. “Con los escazos recursos actuales, buscaremos que cada adolescente tengo sus libros y una computadora”. Sobre la educación universitaria, propició la discusión sobre la “ley de Educación Superior”.
“Queremos construir una Argentina medioambientalmente sustentable”, afirmó Alberto Fernández, en el marco de una serie de medidas que apuntan en este sentido.
“Advierto que atravezamos un camino que tiene obstáculos” concluyó el Presidente. El mayor de todos, para el mandatario es el que “hay quienes todavía no comprenden que estamos todos subidos al mismo barco” y que por ello, debemos “trabajar todos juntos” en búsqueda de “reconstruir equilibrios que nunca deberíamos haber perdido”. “El futuro está en nuestras manos, y es con todos”, finalizó.