Habían pasado varios minutos de maniobras y los enfermeros no podían canalizar las venas del pequeño Mirko que, pálido y con los ojos hundidos, pareció comprender que se acercaba su fin. Su mamá Claudia Figueroa (26) tiene intacto el recuerdo de ese traumático día en su alma quebrada: «Cuando vino otra enfermera y lo canalizó, yo le dije quedate tranquilo papi, vas a estar bien, pero él me miró, me hizo dos gestos de ternura, me tiró un beso y cortó… después hizo dos paros cardíacos, porque quería vivir… yo le apretaba la medallita de San Benito que llevaba puesta para que lo salve, pero no volvió… con esas caritas y ese beso él se despidió de mí… Este dolor no se lo deseo a nadie», dijo ayer a DIARIO DE CUYO entre lágrimas Claudia, la mamá de ese bebé de apenas 1 año y 1 mes que murió la tarde del pasado 14 de julio a causa de una peritonitis. La sospecha es que en ese resultado letal mucho tuvo de responsabilidad el médico Francisco García Pacheco pues, dos días antes, creyó que sólo tenía una angina y lo despachó a su casa, el mismo día que ya presentaba los primeros síntomas críticos.
Ayer, ese médico, fue detenido por orden del juez Federico Rodríguez (Cuarto Juzgado Correccional), previo pedido del fiscal Juan Manuel Gálvez a causa de las múltiples pruebas en su contra, dijeron fuentes judiciales. Enfrentará el cargo de homicidio culposo, indicaron.
Fuente: Diario de Cuyo