El presidente del comite organizador confirmó la decisión al alegar que se debe “respetar su religión, creencias y cultura”.
La Copa del Mundo 2022 se disputará desde el 21 de noviembre al 18 de diciembre en Qatar. El país árabe es un monarquía absoluta gobernada por la familia Al Thani desde hace décadas. Y, como es sabido, en este territorio las prohibiciones abundan.
En el país musulmán no se puede tener sexo fuera del matrimonio. También está penada la expresión libre de afecto entre las personas del mismo sexo. Y desde ahora, quien luzca una bandera LGTBI durante la celebración del certamen será enviado a prisión.
“Quien luzca la bandera LGTBI en el Mundial será arrestado por 7 u 11 años. Qatar es un país islámico y se debe respetar su religión”, expresó Nasser Al-Khater, presidente del comité de organización del Mundial de Qatar.
No se podrá mostrar la bandera LGTBI en Qatar durante la Copa Mundial. Foto: EFE/Alberto Valdés
Puede parecer raro de este lado del mundo. Sin embargo, el país organizador de la Copa del Mundo ya expresó su postura y fue determinante: “Qatar es un país conservador y las muestras públicas de afecto están mal vistas independientemente de la orientación sexual”, anunciaron tiempo atrás.
En tanto, Gianni Infantino, presidente de la FIFA, ya se había expresado con algunas frases un tanto contradictorias al afirmar que la comunidad LGBT “será bien bienvenida en Qatar”, pero agregando que “tienen que respetar la cultura local (…) si Qatar no diera la bienvenida a todos no hubiera organizado el evento”.
El mandamás del máximo órgano rector del fútbol a nivel mundial señaló estar capacitando “a los responsables y trabajando de la mano con las entidades y la policía y les daremos la bienvenida a todos”.
En Qatar también está prohibido el sexo fuera del matrimonio y la expresión libre de afecto entre personas del mismo sexo. Foto: Reuters.
Por otra parte, Infantino afirmó estar instalado en Doha, Qatar. Este viaje es para seguir de cerca, junto a las autoridades árabes, la aplicación de las ciertas reformas que tengan impacto en los derechos humanos de los trabajadores migrantes.
“Pongo mi tienda de campaña aquí en Doha, voy a vivir aquí e iré todos los días para ver a los responsables en el Gobierno y asegurar que estas leyes (reformas) se aplican, y si se comete alguna violación”, afirmó el presidente de la FIFA en el panel de clausura del Foro Económico de Catar.
Infantino animó a que “todos vean los hechos y los resultados” y defendió ciertas medidas tomadas por el país musulmán como la eliminación de la “kafala”, un sistema que impide a salir del país a los trabajadores migrantes; y la subida del salario mínimo.
“Nos tomó cientos de años en Europa llegar a donde estamos ahora en lo que se refiere al impacto social”, mientras que “en esta parte del mundo, y en particular Catar, eso ha sucedido en pocos años”, agregó.
Mientras tanto, Qatar es un país que se erigió como potencia en Asia gracias a su reserva de gas natural, la tercera más grande del mundo. Tiene una población de más de dos millones de personas, pero de ellos solo 250.000 son ciudadanos cataríes.
La mayoría de los migrantes provienen de países y asiáticos y son un 95% de la fuerza laboral. Según varias ONG sufren muchos abusos y destratos, como impagos, horas excesivas de trabajo, restricciones de viaje, lesiones e incluso muerte sin compensación, entre otros.
Las organizaciones han reconocido los avances “en la protección de los derechos de los trabajadores migrantes por las reformas laborales introducidas por Doha” en los últimos años. Sin embargo, también se considera que dichas reformas han llegado demasiado tarde y aplicado de forma parcial. Todavía queda mucho por mejorar en ese aspecto.