Según la encuesta publicada en la revista científica Science Advances, el 42% las personas con útero que tienen ciclos menstruales regulares sufrieron un sangrado mayor a lo normal después de aplicarse la vacuna contra el Covid-19.
Una encuesta realizada a 39.129 personas en Estados Unidos reveló que el 42% de las personas con útero con ciclos menstruales regulares tuvieron un sangrado mayor a lo normal después de vacunarse contra el coronavirus. Las autoras del estudio fueron la profesora del Departamento de Antropología de la Universidad de Tulane, Katharine Lee, y la docente del Departamento de Psicología de la Universidad de Illinois, en Urbana-Champaign, Eleanor J. Junkins.
Las investigadoras aclararon: “No podemos comparar la incidencia de diferentes experiencias aquí con la población general”. Y a su vez, advirtieron que “el 40% de esta muestra tenga esta experiencia no significa que esa sea la tasa en el mundo”.
El estudio, publicado en la revista científica Science Advances, allí se detalla que la investigación se realizó a partir de una encuesta lanzada el 7 de abril de 2021 durante 12 semanas, inicialmente en Twitter, para reclutar personas que actualmente o anteriormente menstruaron y que habían sido vacunadas, pero se propagó rápidamente a través de múltiples plataformas de redes sociales y medios de comunicación.
Las autoras comenzaron la investigación a partir de que a principios de 2021 muchas personas comenzaron a compartir que experimentaron un sangrado menstrual inesperado después de la inoculación.
Asimismo, muchas de las personas que participaron se enteraron de la encuesta después de realizar una búsqueda intensiva en internet para saber más acerca de sus propias experiencias menstruales y encontrar redes sociales o cobertura de noticias de este proyecto, contaron las investigadoras.
El universo de personas encuestadas tenía entre 18 y 80 años. Las personas que participaron estaban completamente vacunadas con Pfizer, Moderna, AstraZeneca, Johnson & Johnson, entre otras vacunas. Además, destacaron que el proceso fue anterior a las dosis de refuerzo, con lo cual al momento de la encuesta las personas tenían una o dos dosis de la vacuna y no habían contraído covid-19.
Para investigar este fenómeno emergente de cambios en los patrones de sangrado menstrual tomaron una muestra de 39.129 personas que menstrúan ahora y anteriormente. El estudio arrojó que el 42% de las personas con ciclos menstruales regulares sangraron más de lo normal, mientras que el 44% no reportaron cambios después de ser vacunadas, detallaron las autoras.
Sus principales hallazgos fueron que “un flujo menstrual más abundante era más probable para aquellas encuestadas que no eran de raza blanca, eran hispanas/latinas, eran mayores, tenían una condición reproductiva diagnosticada, usaban anticonceptivos hormonales, habían estado embarazadas en el pasado (ya sea que no habían dado a luz), o experimentaron fiebre o fatiga después de la vacunación”.
A su vez, las investigadoras explicaron que las vacunas “funcionan movilizando el sistema inmunitario para protegerlo de enfermedades si se produce una exposición” y esta activación inmunitaria “es importante, aunque también puede producir una cascada de otras respuestas inflamatorias localizadas (p. ej., dolor en el lugar de la inyección) o sistémicas (p. ej., fatiga y/o fiebre)”.
En ese sentido, señalaron que los estudios que evalúan el efecto directo de la vacunación en el ciclo menstrual son pocos y distantes entre sí, y dieron como ejemplo uno de 1913 que identificó que la vacuna contra la fiebre tifoidea estaba asociada con irregularidades menstruales, o los estudios de hepatitis B y del virus del papiloma humano que también han indicado que la menstruación podría verse alterada.