Los ejercicios sirvieron para poner a prueba la capacidad defensiva del país ante una posible invasión. El domingo debía ser el último día de actividad para China.
El Ejército de Taiwán inició este martes un simulacro de defensa, con fuego real, ante la posibilidad latente de una invasión por parte de China, nación que por sexto día consecutivo llevó a cabo ejercicios militares alrededor de la isla, en respuesta a la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi.
Lou Woei-jye, portavoz del Octavo Cuerpo del Ejército de Taiwán, confirmó que los ejercicios empezaron en el condado meridional de Pingtung poco después de las 8.40 (hora local) con el disparo de bengalas y artillería, y que se extendieron durante poco menos de una hora. Cuando se hubo lanzado la última batería de disparos, se pudo escuchar a soldados taiwaneses gritando “misión cumplida”.
Las maniobras taiwanesas también tendrán lugar el jueves e incluirán el despliegue de cientos de tropas y de unos 40 obuses, indicó el ejército. De todos modos, Lou aseguró que los ejercicios ya estaban programados y no fueron una contestación a las maniobras de China. De hecho, aseguró que la zona de ejercicios no se “superpone en absoluto” con la utilizada en los días anteriores por el Ejército Popular de Liberación (EPL, el Ejército chino).
La isla, con un gobierno democrático, realiza rutinariamente simulacros de una invasión china. El mes pasado, por caso, practicó cómo repeler ataques por mar durante sus mayores ejercicios anuales.
En respuesta a estos recientes ejercicios militares del EPL, el ministro de Relaciones Exteriores de Taiwán, Wu Zhaoxie, afirmó este martes en conferencia de prensa que son “una provocación irrazonable” y que el viaje de Pelosi “es solo una excusa para China”.
“China está tratando de convertir el Estrecho de Taiwán en un mar interior, negando el statu quo de que es una vía fluvial internacional, afectando el derecho de la comunidad internacional a la libertad de navegación”, añadió el jefe de la diplomacia taiwanesa.
En tanto, pidió a todos los países que “aman la libertad y la democracia” trabajar juntos y discutir de manera conjunta la forma de hacer frente a las “acciones y métodos de China contra Taiwán”.
“China realiza ejercicios militares a gran escala y lanza misiles, así como ciberataques, una campaña de desinformación y coerción económica para debilitar la moral pública en Taiwán”, advirtió Wu.
Por su parte, el Ejército chino prolongó las maniobras militares que lleva a cabo alrededor de Taiwán desde el pasado jueves. Aunque inicialmente estaba previsto que concluyeran el pasado domingo, ya se han extendido dos jornadas más de lo estipulado.
En un comunicado publicado en la red social Weibo -equivalente a Twitter, que está censurado en China-, el Ejército Popular de Liberación (EPL) indicó que “continuará organizando maniobras conjuntas por mar y aire orientadas al combate”, centrándose este martes en “contención y operaciones de seguridad conjuntas”.
Los primeros días de maniobras
Los primeros cuatro días de maniobras se extendieron a seis zonas alrededor de la isla, en las que se cerraron los espacios aéreo y marítimo, e incluyeron fuego real y el lanzamiento de misiles de largo alcance, algunos de los cuales cayeron en aguas de Japón provocando una protesta oficial del Gobierno nipón.
El Ministerio taiwanés de Defensa Nacional denunció en esas jornadas que numerosos barcos y aviones militares chinos habían cruzado la línea media del Estrecho de Formosa, que en la práctica es una frontera no oficial, pero hasta ahora tácitamente respetada por Taipéi y Beijing.
Como reacción a los movimientos de China y con el fin de poner a prueba su “preparación para el combate”, la isla autogobernada ha anunciado que llevará a cabo ejercicios militares este martes y el próximo jueves en el condado de Pingtung, y que éstos incluirán fuego real de artillería, según la agencia oficial taiwanesa CNA.
China, que calificó la visita de Pelosi de “farsa” y “traición deplorable”, reclama la soberanía sobre Taiwán, isla a la que considera una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949, tras perder la guerra civil contra los comunistas.