Una resolución del Comité Nacional de Ética consideró “posible” la asistencia activa en la muerte; el presidente Macron anunció una convención ciudadana que trabajará sobre el tema y presentará sus conclusiones antes de finales de 2023.
Francia da el primer paso hacia una ley que regule el suicidio asistido y la eutanasia, luego de que el Comité Consultivo Nacional de Ética (CCNE) haya considerado “posible” la asistencia activa en la muerte “estrictamente supervisada”.
Este martes, un grupo de trabajo constituido en 2021 para reflexionar sobre “las cuestiones éticas de la vida” emitió un dictamen en el que se pronuncia: “Hay un camino para la aplicación ética de la asistencia activa al morir, bajo ciertas condiciones estrictas con las que parece inaceptable transigir”. Abrió así una puerta para avanzar en este sentido.
En paralelo, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, a favor de una ley de eutanasia, declaró: “Estoy convencido de que debemos movernos porque hay situaciones inhumanas que persisten y a las que debemos dar respuestas”.
En ese sentido, anunció que una “convención ciudadana” trabajará a partir de octubre “con profesionales confrontados regularmente al fin de la vida” para presentar sus conclusiones antes de finales de 2023 y, tras ello, definir si es necesario avanzar con una nueva legislación.
La normativa vigente habilita una sedación “profunda y continua hasta la muerte”, pero prohíbe la eutanasia y el suicidio asistido.
En 2018, el CCNE y el Consejo de Estado concluyeron que esta norma no debía modificarse. Sin embargo, ésta última resolución marca un cambio de postura.