En Argentina se registran 40 mil casos de muerte súbita por año y en el 80% de los casos los pacientes tenían enfermedades cardiacas preexistentes y no lo sabían.
El corazón es uno de los órganos que requiere mayores cuidados por las varias patologías a las que está expuesto. Una de ellas es la enfermedad arterial coronaria (EAC) que se produce por el depósito de componentes grasos dentro de las arterias, constituidas por colesterol, calcio y demás sustancias que se encuentran en la sangre.
¿Cuál es el rol del calcio coronario en esta enfermedad?
La cantidad de calcio coronario indica qué tan extensa es la placa, también conocida como aterosclerosis. Sin embargo, el aumento de estas placas también provoca el aumento de la posibilidad del paciente de sufrir de un infarto, pues impide el correcto flujo sanguíneo al músculo cardíaco.
¿Cuál es el impacto de la EAC?
La EAC es una de las múltiples enfermedades cardiovasculares y la principal causa de muerte en el mundo que, de acuerdo con registros de la OMS, cobra la vida de 8,9 millones de personas anualmente. En Argentina se registran alrededor de 40 mil muertes. Asimismo, el Instituto Cardiovascular Argentino asegura que en el 80% de los casos hubo señales previas que no fueron atendidas o factores de riesgo que no fueron detectados a tiempo por falta de controles.
¿Cuáles son las señales de un infarto?
Es fundamental que las personas conozcan las señales de un infarto puesto que la atención y el tratamiento adecuado pueden evitar consecuencias graves y salvar vidas. Cada segundo cuenta y es necesario saber reaccionar ante los signos que en el caso de los hombres son dolor en el pecho, falta de respiración; hormigueo en los brazos, la espalda, el cuello, los hombros o la mandíbula; mientras que, en las mujeres, sensación de ardor en el corazón, cansancio inusual, mareo repentino, náuseas o vómito, y sudor frío. En cualquiera de estos casos, es necesario recibir chequeo médico inmediato.
¿Cuáles son los principales procedimientos para diagnosticar un infarto?
Respecto al diagnóstico de esta patología existen procedimientos diversos al que el paciente puede acceder. En primera instancia está la prueba de sangre de laboratorio – Troponina cardíaca de alta sensibilidad – que cuenta con indicadores muy sensibles y es capaz de detectar los niveles más bajos de troponina y cambios menores en los niveles de la misma de un paciente, lo que puede ser un indicativo temprano de IAM – infarto de miocardio. La prueba ofrece resultados rápidos, precisos y accionables que permiten a los médicos descubrir y excluir de forma segura un infarto de miocardio al examinar a pacientes con dolor torácico.
Del mismo modo, está la angiografía coronaria por TC (tomografía computarizada) no invasiva que puede detectar cualquier estrechamiento de los vasos y generalmente es utilizada cuando si se sospecha de una enfermedad arterial coronaria pero el paciente no ha sufrido un infarto agudo de miocardio o para monitorear la evolución de la enfermedad. Recientemente, con el lanzamiento de la tomografía con recuento de fotones es posible diagnosticar con más precisión a más grupos de pacientes, en particular a aquellos con una calcificación muy elevada.
Por otro lado, el ecocardiograma Doppler es el método no invasivo de diagnóstico más empleado en cardiología después del electrocardiograma y se basa en la emisión y recepción de ultrasonidos. No tiene riesgo alguno para el paciente y puede contribuir a descartar y prevenir embolismo recurrente.
“A pesar del avance del diagnóstico y la terapia, así como de la disponibilidad de las distintas formas de innovación en medicina cardiovascular, la tasa de mortalidad por infarto de miocardio no ha mejorado en los últimos años, de acuerdo con los datos de OMS (Organización Mundial de la Salud). Para tener detecciones y terapias a tiempo es esencial que los pacientes reconozcan con mayor facilidad las señales de la enfermedad, y por supuesto, la continuidad de la articulación de los actores del sector salud en el desarrollo constante de investigaciones y herramientas de tecnología que aportan a la salud del corazón de millones de personas”, explica Claudio Campos, director de Cuidados Cardiovasculares de Siemens Healthineers para Latinoamérica.