Después de que la megabanda delictiva que se dedicaba a atracar countries en San Juan fuera arrasada por la Policía y sus integrantes quedaran detenidos, un arsenal de bienes materiales como autos de alta gama, heladeras, hornos, freidoras, materiales de construcción -entre otros- fue secuestrado para echar luz a la investigación judicial e irá a parar a un depósito durante el proceso. Pero luego, ¿qué sucede con esos bienes?
Tiempo de San Juan habló con el jefe de la División de Robos y Hurtos, Ramón Céspedes, quien explicó a dónde van a parar después de que los casos se cierran y señaló que los beneficiarios pueden ser los mismos damnificados o bien aquellas organizaciones sociales que lo necesiten y lo demanden.
Según destacó el comisario, el protocolo exige que los elementos que son sustraídos de las viviendas de los delincuentes sospechados de haber sido adquiridos con dinero robado tienen que permanecer en un depósito durante la investigación y luego tienen tres destinos posibles. Uno de ellos es quedar en un galpón para la posteridad, pues nadie los reclama.
Otra de las opciones tiene a los damnificados como beneficiarios, si es que se conforman como parte querellante en el expediente judicial y solicita al juez que lleva adelante la instrucción del caso que se le otorgue una especie de compensación por el daño que sufrió. “Si bien muchas veces no se les devuelve el dinero que les roban, es una indemnización simbólica. Siempre será el juez a cargo el que decide”, sostuvo.
Por otra parte, si no hubo reclamo de las víctimas, el comisario aseguró que es una buena oportunidad para las organizaciones sin fines de lucro o escuelas o centros que realicen tareas sociales puedan ser favorecidos. “Es una lástima que muchas veces, bienes como maquinarias que puedan ser de utilidad para otros terminen en el abandono. Para ello, también, se debe solicitar al magistrado que entiende en la causa que considere la opción de donarlo”, agregó.
El último miércoles al mediodía, efectivos policiales irrumpieron en el domicilio de los miembros de una banda dedicada a desvalijar las casas de barrios privados en la provincia. En uno de los lugares, secuestraron maquinarias que -de comprobar que fueron obtenidos con dinero malhabido- podrían ser útiles en el futuro para quienes lo requieran.