Una mujer del departamento Rivadavia, en la vecina provincia de Mendoza, que padece un severo tumor maligno en el rostro, espera desde hace meses una autorización para operarse, pero el Pami le ofrece como única solución una intervención quirúrgica en Buenos Aires pese a que, según la paciente, ya le habían prometido hacerla en la provincia.
María del Carmen Bassail (51), afiliada al Pami desde hace tres años, inició su periplo en enero pasado, al sentir la formación de un bulto en su mandíbula. Recién en abril logró que la atendiera un médico especialista en el Gran Mendoza, quien mediante una biopsia le diagnosticó un osteosarcoma maxilar, un inusual tipo de cáncer que afecta el área molar. Sin embargo, el galeno la derivó a una médica especializada de cabeza y cuello que le recomendó operarse urgentemente.
“Pero en julio, el Pami me mandó a otro especialista de cabeza y cuello que me hizo más estudios y como él tenía que viajar a Alemania por quince días, presentó toda la documentación en la obra social, incluyendo los estudios prequirúrgicos y la recomendación de clínica, para que me autorizaran la operación a su regreso. Incluso me habían dicho que se podía hacer en Mendoza”, añadió Bassail en diálogo con MDZ.
Sin embargo, dicha autorización nunca llegó y hoy continúa con el tumor. “Va creciendo y ya no me queda más espacio; además tengo lesiones y estoy sangrando, ni siquiera puedo comer”, aseguró la mujer. En ese sentido, su médico le señaló que el sarcoma no ha hecho metástasis, por lo que su operación debería ser de “máxima urgencia” antes que el cuadro empeore.
Una respuesta más concreta desde el Pami le llegó el martes, mediante una llamada telefónica. Allí, un representante de la obra social nacional le manifestó la intención de trasladarla a Buenos Aires para la futura operación. “Me explicaron que se trata de un problema logístico y administrativo, y que no me quedaba otra que viajar a Buenos Aires porque no sería factible que me operaran acá”, resumió.
“No entiendo para qué tengo que viajar más de 1.000 kilómetros si acá tengo médico y clínica. Además estoy a cargo de mi hijo de 30 años que padece parálisis cerebral y mi otra hija trabaja. Si me voy los tengo que dejar solos, encima allá no hay nadie que me pueda cuidar y ya me dijeron que es una cirugía larga con dos semanas de internación clínica”, detalló.
Por su parte, el director ejecutivo de Pami en Mendoza, Carlos Valcarcel, aseguró a MDZ que está al tanto de la situación y que “estamos trabajando en coordinación con Buenos Aires porque, aparentemente, es un caso que no se puede resolver en Mendoza”. En ese sentido subrayó: “Hay una decisión que no depende de nosotros, sino de la sede central del organismo”.
“En Pami trabajamos para que el afiliado tenga lo que necesite en el mejor lugar, dándole todas las posibilidades de acuerdo a la realidad. De todos modos, tenemos que evaluar y valorar que en Mendoza, ninguno de nuestros prestadores se autoproclama capacitado para atender este tipo de casos”, añadió.
Valcarcel destacó el esfuerzo de la delegación local del Pami para avanzar “de la forma más célere posible”, aunque señaló que la dirección ejecutiva tomó conocimiento del suceso hace menos de tres meses, ya que el expediente estuvo “demorado” en alguna repartición menor.