Este lunes 23 de septiembre y a casi 7 meses de haber hallado el cuerpo de Emiliano Sala, dos personas fueron condenadas por haber filtrado fotos del futbolista en la morgue.
Se trata de Sherry Bray, de 49 años, directora de la empresa de cámaras de seguridad Camera Security Services Limited y su empleado del turno noche Christopher Ashford, de 62.
Según pudo reconstruir el medio Sky Sports, todo inició cuando Bray le avisó a Ashford que esté atento a las cámaras puesto que había alguien famoso: “Hay uno bueno en la mesa para que lo veas cuando vuelvas”, le habría escrito por mensaje.
Ambos ingresaron sin autorización al sistema informático de seguridad para ver la autopsia de Sala en directo y la volvieron a mirar en diferido en varias ocasiones. Más adelante, Bray tomó una foto y se la envió a su hija a través de Facebook Messenger, logrando ésta que circulara por redes sociales.
Tras un proceso judicial, el juez Peter Crabtree, del Tribunal de Swindon, sentenció a Bray a 14 meses de prisión y a Ashford a cinco.
“Acepto que ninguno de ustedes cometió los delitos de los que se han declarado culpables por un motivo económico, sino que más bien fueron motivados por una curiosidad morbosa”, justificó el magistrado.
Y cerró: “Ninguno de esos delitos fueron sofisticados ni involucraron ningún grado de planificación significativa”.