La línea de créditos individuales para la clase media del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) para la construcción y ampliación de casas crecerá un 25 por ciento en cuatro años. Así lo confirmaron desde la repartición al realizar un balance a septiembre y una proyección a diciembre, mes en el que se va a terminar entregando 1.250 créditos desde 2016. La cifra representa un aumento sobre los 999 créditos otorgados a partir de 2012 hasta 2015. Así, en lo que va del año, la operatoria individual benefició a 190 familias por un total de 170 millones de pesos. Además, septiembre fue el mejor mes con casi 32 millones de pesos volcados al mercado por parte del Estado, a un sector de la economía clave para la provincia: el de la construcción. Por otro lado, al estar los créditos atados a las Unidades de Viviendas (UVI), que publica periódicamente el Banco Central, el valor de los préstamos a entregar para edificar una casa ascendió a 2.187.316 pesos, un 35 por ciento más de cuando el programa fue lanzado a fines de 2018.
El plan “Mi Casa, mi hogar” del IPV es un sistema de fondos accesibles para todos aquellos ciudadanos que cuentan con los ingresos necesarios para pagar una cuota de un crédito hipotecario y un terreno a su nombre para construir su casa. El mecanismo es beneficioso frente a cualquier préstamo similar en el sistema bancario privado, incluso comparado con el que otorga el Banco Nación, a través de los créditos UVA (ver infografía). La diferencia más sustancial es que, para la misma cantidad de recursos, el ingreso familiar mínimo que requiere el IPV para acceder al crédito es de 30.379 pesos, mientras que en la opción privada los fondos necesarios ascienden a 113.649 pesos. Además, el valor de la primera cuota también es desigual, al punto que en el primer caso es de 6.075 pesos, y el segundo representa una cifra un 274 por ciento más cara.
Sobre los créditos, Daniel Gimeno, subdirector del IPV, destacó que “por lo beneficioso del plan, se ha incrementado la entrega en el último tiempo. Por eso cerraremos el 2019 con 1.250 préstamos otorgados en los últimos cuatro años. Con ese valor, estaremos entregando préstamos por 280 millones de pesos en total, sólo para 2019”. El incremento de la entrega de fondos se vio reflejado en el mes pasado, ya que mientras el promedio de desembolso mensual del IPV era de 18 millones de pesos, en septiembre se entregaron créditos por 31.636.883 pesos.
La apuesta de la gestión uñaquista no es menor, ya que se trata de fondos concretos que invierte el Estado que luego son retornados con el pago de las cuotas de los beneficiarios, con valores actualizables cada seis meses a través del Coeficiente de Variación Salarial (CVS). Además, los recursos tienen un impacto en el sector de la construcción, en un momento crítico de la economía nacional. Por otro lado, también se trata de una iniciativa que requiere de más mano de obra que en los casos de la construcción de un barrio con viviendas sociales. Según las fuentes consultadas, mientras que una empresa requiere tres obreros para edificar una casa de un complejo del IPV, en la operatoria individual ese número asciende a siete.
A su vez, Gimeno destacó que la repartición logró reducir el tiempo que demanda el IPV para aprobar un crédito. El funcionario dijo que “si hoy un beneficiario viene al instituto y tiene todos los papeles que son requeridos, en entre dos y tres meses se le está realizando el primer desembolso del crédito”. Las fuentes consultadas indicaron que antes, el tiempo demandado era de seis meses, es decir el doble.
Claves del crédito
Grupo familiar
Para poder acceder a la operatoria, los fondos del grupo familiar no pueden superar el valor de ocho salarios mínimos vitales y móviles, hoy, unos 130 mil pesos.
Devolución
El IPV presenta opciones para retornar el préstamo. Ahora hay cuotas a 20, 25 y 30 años. Los valores se actualizan cada seis meses a través del valor de la UVA.
Préstamos
1.096
Esa es la cantidad de créditos que el IPV lleva otorgados desde 2016 a la fecha.
Plazo de obra
De acuerdo a lo establecido por el programa, el adjudicatario tiene hasta 12 meses para ejecutar la construcción de su vivienda. Es el mismo plazo que se establece para el crédito de ampliación de viviendas. El primero es el más requerido por los posibles beneficiarios