Cuando obtuvo el quinto lugar en el modo solitario de la primera Copa Mundial de Fortnite, la vida de Thiago Lapp dio un vuelco y se convirtió en uno de los nombres más mencionados en nuestro país. Al fin y al cabo, no todos los días un joven de 13 años se vuelve multimillonario.
Cuando volvió de los Estados Unidos junto a su familia, Thiago se aseguró de mantener un bajo perfil. Mucho se habló acerca de su premio, lo que debería declarar y rendir ante la AFIP, y de su futuro dentro de la escena competitiva. En ese sentido el propio Thiago confirmó en su cuenta personal de Twitter a mediados de agosto que había abandonado el equipo 9z al que pertenecía y había pasado a ser un “agente libre”
“Estoy buscando una nueva organización en Fortnite,” dijo en su mensaje, y fue abordado por varios equipos importantes de nuestro país, aunque todo parece indicar que su futuro está en el extranjero.
Pero el día a día del joven no cambió demasiado. Esta semana Frankkaster, el fundador del equipo 9z, confirmó que no han quedado rencores en la separación con una entrevista exclusiva. En la charla contó que su rutina continúa inalterada y en el colegio, a excepción de algunos compañeros que juegan el juego y lo reconocen, sigue siendo Thiago y no el Ricky Ricon local que imaginamos.
Con el premio planea comprar una casa para él y sus familia y “muchos chupetines” y considera buscar una carrera como atleta profesional. Las condiciones están dadas.