Durante la conferencia de prensa de presentación como nuevo entrenador de Gimnasia de La Plata, Diego Maradona recibió un saludo inesperado que lo hizo emocionar. Al finalizar las preguntas de los periodistas presentes, y previo a las fotos de rigor con los principales dirigentes del club platense, irrumpió en la sala Giselle Fernández, hermana de la ex presidenta Cristina Kirchner.
“Quiero agradecerte en nombre de toda la hinchada de Gimnasia y de mi mamá, que ya no está, que viniste a dirigirnos”, afirmó la mujer. Acto seguido, se acercó a un Maradona que no pudo contener las lágrimas y le entregó una cadena con el logo del club. “Es el llavero de mi mamá”, le dijo.
Allegados a Cristina Kirchner recordaron ante la consulta de Infobae que su hermana es “fanática” de Gimnasia, al igual que su madre, Ofelia Esther Wilhelm. Es más, durante la semana circuló el rumor de que la ex mandataria iría al primer partido de Maradona como técnico (ante Racing, de local, en La Plata), algo que desmintieron desde el Instituto Patria.
Previo a la conferencia de prensa, el ex campéon del mundo en 1986 dirigió su primer entrenamiento. Pasadas las 13.50, atravesó la manga, tuvo su primer contacto con el público e, inmediatamente, se largó a llorar. Con un carrito de golf -debido a su imposibilidad de caminar con normalidad por una reciente cirugía de rodilla-, lo trasladaron hasta el círculo central, donde tomó el micrófono y pronunció sus primeras palabras como DT del “Tripero”.
“Estoy un poco jodido de la rodilla, pero no me importó venir porque la gente me llamaba por teléfono y me decía: ¿es verdad lo de Gimnasia?”, dijo Maradona, y rápidamente lanzó un dardo hacia Estudiantes: “A los de enfrente no les digo nada porque quiero ser respetuoso…como no lo son ellos”.
“El Diez” también dirigió algunas palabras a sus críticos: “Yo no soy ningún mago, a mí me gusta trabajar. A mí me gusta ganarme la plata corriendo, como lo hice toda mi vida”