Este jueves se conoció la historia de una niña trans de 9 años que le pidió a sus compañeros que la trataran por su identidad femenina en el Colegio María Auxiliadora. El caso salió a la luz por la polémica que iniciaron un grupo de nueve padres de compañeros de la menor que pedían que la escuela no le diera información con perspectiva de género. Ante esta actitud, Tiempo se comunicó con Alejandra Ávila, mamá de la dos niñas trans que fueron las pioneras en San Juan en obtener sus DNI con el género que las identifica.
Para la mujer, que también es integrante de la asociación Infancias Libres, que acompaña a familias de niños y niñas trans, lo más grave de la actitud de los padres es que “si no quieren que sus hijos compartan con la nena les están enseñando a discriminar”. Alejandra contó que ha trabajado cerca de la familia de la niña y contó que no está al tanto de cómo está acompañando el colegio, aunque sí sabía que la ESI (Educación Sexual Integral) con perspectiva de género se iba a empezar a implementar. Esta decisión llegó luego de que recientemente la menor obtuviera también su nuevo documento de identidad.
Si esto sucede, el camino dentro de la escuela para la pequeña y sus compañeros sería más fácil, ya que le permitiría a la comunidad tener más información sobre lo que está viviendo la pequeña. Lamentablemente, es este acceso lo que los padres que firmaron la nota quieren impedir. Para Ávila, lo que están solicitando no es una opción y lo equiparó con “que un papá plantee que no quiero que le den multiplicaciones a sus hijos”.
Alejandra explicó que “es importante en estos casos hacer una reunión, primero para que se informen directivos y docentes y después otra con los padres para plantear lo que pasa y que no es ni contagioso ni malo”. La mujer, que empezó a transitar el mismo camino con una de sus hijas hace más de cuatro años, dijo que también es importante plantearle a los padres de los compañeros “qué harían ellos si fueran sus hijos, si se enfrentarían al sentir de cada hijo, si los harían sufrir”. Es que tal como ha explicado en otras ocasiones esta mamá, de la posibilidad de ser libres y vivir su identidad también depende la felicidad de los niños y niñas trans.
Desde la escuela no aclararon cómo seguirán trabajando en el tema, pero para la mamá de las primeras nenas trans sanjuaninas es muy importante que intervenga el Ministerio. Aun así, se mostró poco confiada ya que dijo que “desde que mis hijas estaban en segundo grado pido intervención y todavía no lo logro. Están por terminar la primaria”.
Desde su experiencia, esta mamá contó que la falta de apoyo y la discriminación de los niños pero por sobre todo los grandes, “tiene un costo muy alto” para el día a día de los menores. “Con mis hijas lo viví y es muy duro ver esa mirada de tristeza, esas actitudes de tristeza. Muchas veces ellas no me lo dicen, porque dirán ‘pobre mami, la pelea y todavía no lo logra'”, contó. Para Alejandra, quien tuvo que iniciar un largo camino de concientización en San Juan, la discriminación muchas veces puede tener que ver con el miedo de los padres ante la pregunta de los hijos, que pueden llegar a casa y preguntar por qué “fulanito antes era fulanito y ahora es fulanita, pero hay una respuesta sencilla y es que ellos lo sienten así y los chicos absorben esta información inmediatamente”.