“Le aviso una sola vez, vayan a la Cámara de Diputados y también al Centro Cívico, amenaza de bomba”. Eran exactamente las 12,43 del 24 de julio pasado, cuando ese llamado al 911 (CISEM de la Policía) ponía en marcha un gran despliegue de fuerzas y la masiva evacuación de ambos edificios, con el lógico caos de tránsito y otras complicaciones propias de sacar de golpe a la calle a miles de personas.
El Estado decidirá si le inicia o no un reclamo al contador por el perjuicio causado.
Ninguna bomba fue encontrada tras una minuciosa revisión de ambos edificios, pero días después la investigación arrojó otra sorpresa: el llamado se había realizado desde el teléfono del contador público nacional Ernesto Manuel de León de Maussión (39), entonces empleado en el Foro de Abogados.
En el acto, el titular del Cuarto Juzgado de Instrucción, Martín Heredia Zaldo, ordenó meterlo preso (luego lo excarceló), le atribuyó el delito de “intimidación pública” (tiene penas de entre 2 y 6 años) y ahora lo procesó, sin prisión preventiva, dijeron fuentes judiciales.
Además, el magistrado ordenó un embargo en los bienes del profesional por la suma de $300.000, para cubrir, principalmente, eventuales gastos por daños y perjuicios si acaso el Estado considera necesario iniciarle un reclamo económico por el inútil despliegue de fuerzas y el entorpecimiento de la administración pública, dijeron fuentes judiciales.
Cuando tuvo la oportunidad de declarar y dar su versión, el contador nada dijo sobre las razones que lo llevaron a concretar una falsa amenaza de peligro común en los concurridos edificios públicos.
Y todo indica que actuó con cierta ingenuidad, pues una pericia telefónica reveló que usó su teléfono Samsung S8 habitualmente usado con una línea de Movistar, y le puso transitoriamente un chip de Personal para hacer el llamado y luego lo sacó para seguir utilizándolo como siempre.
Lo que no tuvo en cuenta es que el análisis informático reveló que a pesar de ese cambio de líneas telefónicas, el número de IMEI (código de identificación del aparato) resultó invariable, es decir que demostró el uso del mismo teléfono para efectuar la maniobra delictiva, precisaron los voceros.