La gran mayoría de los nuevos funcionarios de la Capital tendrá que pagar de su bolsillo si quiere tener celular. Para ayudar al ahorro que busca lograr este año, la gestión del intendente Emilio Baistrocchi ordenó pasar la tijera por el gasto telefónico y de las 68 líneas que había en la administración anterior para la planta política, le dio de baja a 56. A las arcas municipales le costaban más de $1 millón al año.
En el edificio de Caseros y Central aseguraron que en la gestión anterior había un abuso con los celulares corporativos, que no hay margen para derroches y que sí o sí se deben suprimir gastos para enfrentar un año que se espera que sea difícil en materia económica. Llevará tiempo revertir la recesión en el país y que la inflación comience a ceder, todo en un contexto donde crece el pedido popular para que la dirigencia política dé gestos de austeridad.
Basitrocchi se propone ahorrar unos $158 millones durante 2020 en erogaciones corrientes, para aplicarlos a obras y mejoramiento de servicios. Entre otras cosas, reestructuró la planta política, suprimió el alquiler de algunas movilidades y le puso límite al uso de los vehículos oficiales.
En lo que considera “gastos superfluos”, el nuevo intendente incluyó las líneas corporativas de celular que costeaba el municipio para sus funcionarios políticos. Desde ayer quedaron fuera de servicio 56 y solamente 12 en pie.
Casi todo el staff político de la gestión anterior, contando hasta subsecretarios y directores, tenía una línea de celular pagada por el municipio. Ahora quedarán reducidas a un pequeño grupo integrado, principalmente, por los secretarios.
Capital abonaba un monto fijo por las 68 líneas que tenía y eso implicaba llamadas ilimitadas a todas las compañías y datos para navegar por Internet. En Hacienda calcularon que cada una insumía unos $1.500 mensuales, por lo que el ajuste significará a valores de hoy $1.008.000 menos anualmente.
Eso se suma al ahorro que espera lograr en otros gastos que genera directamente la planta política. Apenas asumió, Baistrocchi eliminó cargos políticos y bajó sueldos de funcionarios por un monto equivalente a los $36 millones al año.
Aunque el ajuste político representa una pequeña porción del presupuesto total de Capital, el jefe comunal dice que “todo suma” y que el esfuerzo no debe ser sólo de los vecinos. Esto, a propósito del aumento de tasas que dispuso para este año por efecto de la inflación: 50% más para los contribuyentes comunes y 30% para los propietarios de comercios.
Con el ahorro, Baistrocchi promete ir aumentando progresivamente la partida destinada a la realización de obras. Para 2020, el presupuesto capitalino fue aprobado con una baja de 8 puntos del gasto corriente y el monto reservado para infraestructura creció de 25 a $195 millones, es decir cerca de un 700%