China informó 291 nuevos casos de neumonía causados por una nueva cepa de coronavirus y el total de infecciones conocidas supera ahora las 300, incluidas seis muertes. Mientras tanto, el virus se expande más allá de donde comenzó.
De estos nuevos casos, 270 fueron confirmados en Wuhan —donde las infecciones se detectaron por primera vez—, 5 en Beijing, 14 en la provincia de Guangdong y 2 en Shanghai. También hay sospecha de que haya infectados en las provincias de Yunnan, Sichuan, Guangxi y Shandong.
Por otra parte, el número de muertos aumentó a seis después de que la Comisión de Salud Municipal de Wuhan confirmara que un hombre de 66 años y una mujer de 48 años murieron en el día de ayer.
Además, cuatro casos también vinculados a Wuhan se confirmaron fuera de China —en Tailandia, Japón y Corea del Sur— y se estima que alrededor de siete millones de chinos viajarán al exterior durante la temporada de Año Nuevo (del 25 de enero al 11 de febrero), llevando el virus a muchos otros países.
Muchos de los casos estaban relacionados con el mercado de mariscos de Huanan, que también vendía aves de corral vivas y carnes de animales exóticos. Considerado una fuente probable del virus, el mercado fue cerrado y desinfectado.
Esta nueva cepa de coronavirus identificada por los científicos pertenece a la misma familia del virus del síndrome respiratorio agudo y grave (SARS, por sus siglas en inglés), una forma grave de neumonía, y llevan ese nombre por los picos que sobresalen de sus membranas, como la corona del Sol.
Aunque la tasa de mortalidad no es la misma que la del SARS, un nuevo estudio realizado por el Imperial College London sugiere que es probable que se haya subestimado enormemente la cantidad de infecciones en Wuhan.
Lo que se sabe de este género de virus es que son zoonóticos, lo que significa que se transmiten entre animales y personas. Por otro lado, esta parece ser la fuente primaria más probable del brote. Aunque en un principio los expertos dijeron que no parecía probable que los humanos lo propaguen fácilmente, las autoridades sanitarias chinas ahora confirmaron que existe “definitivamente una transmisión de persona a persona”.
Los signos comunes de infección incluyen síntomas respiratorios, fiebre, tos, sensación de falta de aire y dificultad para respirar. En casos más graves, la infección puede causar neumonía, SARS, insuficiencia renal e incluso la muerte.
La OMS recomienda lavarse las manos regularmente, cubrirse la boca y la nariz al toser y estornudar, y evitar el contacto directo con animales de granja o animales salvajes.
En Wuhan, mientras tanto, se instalaron termómetros infrarrojos en el aeropuerto, estaciones de trenes, terminales de autobuses y muelles para medir la temperatura de los pasajeros que salen de la ciudad; medida también implementada en la ciudad sureña de Shenzhen. Sin embargo, dado que el virus tiene un tiempo de incubación relativamente lento, estas medidas pueden ser insuficientes para detener su propagación.
En Estados Unidos, mientras tanto, los Institutos Nacionales de Salud están trabajando en una vacuna para el nuevo virus, aunque pasarán al menos unos meses hasta que comience la primera fase de los ensayos clínicos y más de un año hasta que una vacuna esté disponible.
Por último, en el día de ayer la OMS anunció que convocaría una reunión de emergencia para determinar si el brote constituye una emergencia de salud pública de “preocupación internacional” y anunciar qué medidas tomar para evitar que se siga propagando.