Con el comienzo del mes de febrero se tendría que haber aplicado el impuesto a los combustibles líquidos, que había sido postergado durante enero. Sin embargo el Gobierno anunció este jueves la decisión de extenderlo un mes más con el fin de mantener el congelamiento de los precios en los surtidores. Mientras tanto los estacioneros advierten que hay un “atraso” en los valores de hasta el 16%.
La decisión fue oficializada este jueves en el Boletín Oficial por medio del Decreto 118/2020 firmado por el presidente Alberto Fernández; el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; y el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.
Por la aplicación de diez aumentos a lo largo de todo el 2019, los precios de los combustibles, las naftas y el gasoil, se incrementaron en promedio un 41,8%, es decir, doce puntos por debajo de la variación que registró el Índice de Precios al Consumidor.
El Gerente de la Confederación de Entidades de Hidrocarburos (CECHA), Guillermo Lego, consideró hoy que la continuación del congelamiento de nafta es bueno para la gente porque mantiene los precios, pero “es malo para el estacionero”.
En declaraciones a El Destape Radio, el empresario señaló que “una pauta del atraso del precio de la nafta fue la intención de YPF de aumentar un 5%, que frenó el presidente” Alberto Fernández en diciembre pasado.
El empresario señaló que la alícuota del impuesto que pagan los combustibles tiene un atraso de, en torno, el 20% o 22%.
“Sin el congelamiento, la nafta súper que está en 53 se iría a 57. La premium se iría de 61 a 70, aproximadamente”, afirmó Lego.
En ese sentido, afirmó que los precios tendrían, en promedio, un atraso de entre el 15% y el 16% en todo el país.