El 2020 arrancó con el pie derecho para los envíos de vinos argentinos al exterior, impulsado por la escasez del producto que sufren los distintos países del mundo. De acuerdo con los datos provisorios publicados por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), el total de vinos exportados en enero alcanzó un volumen de 43,5 millones de litros, cifra que representa un incremento del 63,8% respecto a la cantidad exportada el mismo mes de 2019.
El volumen de los embarques logrado lo convierte al primer mes del 2020 en el mejor de los últimos cinco eneros: en ese mes del 2019 se exportaron 26,5 millones de litros al mundo, en enero del 2018 las ventas externas alcanzaron los 13,6 millones de litros, ene enero de 2017 fueron de 14,6 millones de litros y en igual mes del 2016, alcanzaron los 18,8 millones. “”El volumen de vino exportado en el mes de enero, debe ser un récord histórico”, dijo el productor Juan José Ramos, quien dirige la Asociación de Viñateros Independientes.
En el sector atribuyen el aumento de la demanda mundial por el vino argentino a la menor producción de uvas que hubo el año pasado en el mundo, por cuestiones climáticas. Eso traccionó un aumento de los pedidos sobre todo del vino a granel, que resulta más económico para embarcar, y luego es fraccionado en sus lugares de destino. Se sumó también que por la devaluación de la moneda argentina, los precios del vino local son más competitivos en el mundo.
Mario Pulenta, presidente de la Cámara de Bodegueros de San Juan, opinó que “”es muy positivo que las exportaciones crezcan, porque es la forma de eliminar excedentes”, y agregó que la expectativa hacia adelante es que “”esta tendencia continúe en alza porque en el mundo hubo menor producción”. Pulenta advirtió que para esto también es “”fundamental” que los precios de exportación “”sean razonables”.
Por su parte, Ramos destacó que el incremento de las exportaciones de vinos “”se debe principalmente a los envíos a granel que tienen que ver con las bajas cosechas que tuvo el hemisferio Norte a mitad del año pasado”. El empresario, que también es exportador de vinos, coincidió en que hay requerimientos del vino a granel “”porque por ahora además tenemos precios competitivos”. “”Por eso este valor, si se mantiene, nos va a llevar junto con el vino fraccionado a tener un récord, y lo mismo ocurre con el mosto, que también se está incrementando”.
De acuerdo a los datos informados por el INV, los 43,5 millones de litros de vino embarcados en enero significan que se exportaron 16,9 millones de litros más con respecto al mismo periodo del año 2019. Del total de vinos vendidos al mundo, el 67% son vinos a granel y el 33% son fraccionados.
Se exportaron 14,3 millones de litros de vinos fraccionados (ver infografía), los cuales mostraron un incremento del 1,3% respecto a igual mes del año pasado.
Por su parte, los envíos a granel fueron 29,1 millones de litros, evidenciando un incremento del 135,3% en comparación con igual mes del 2019. En cuanto a lo tipos de vinos vendidos al exterior, 20 millones de litros (el 46% del total) fueron varietales que tuvieron un aumento del 19,2% interanual, y otros 23,3 millones de litros (el 53,6% del total) fueron vinos sin mención varietal, los cuales incrementaron un 143,6% interanual. Los vinos espumosos son los únicos que no levantan cabeza: con envíos por 0,18 millones de litros (el 0,4% del total) tuvieron un descenso del 11,6% respecto al 2019.
EL MOSTO CONCENTRADO
Las exportaciones de mosto concentrado de uva también muestran señales positivas: las toneladas enviadas al mundo subieron un 15,1% en enero, frente a igual mes del año pasado. Y siguen la tendencia del año pasado, cuando los embarques de mosto alcanzaron las 139.433 toneladas, lo que significó un crecimiento del 31,6% respecto a igual lapso del 2018. Las ventas externas de mosto concentrado de uva durante el 2019 fueron las que más crecieron en el sector vitivinícola, superando incluso el volumen que esperaban los industriales del rubro.
Para la cosecha 2020 creen que podrán repetir o mejorar esa comercialización, según resulta la producción de uvas en Argentina y el mundo, y la cosecha de manzanas en China, su competidor.