“Violento, celoso, posesivo”. Así caracterizó un investigador a Ángelo Castillo (21), pues no superaba llevar dos meses separado de la madre de su pequeño bebé de 3 meses, su vecina Pamela Rodríguez, de apenas 17 años. Y todo indica que mucho menos toleraría que la chica iniciara otra relación. Esta última situación, al parecer, fue el detonante que lo llevó a matarla el domingo en la madrugada cuando se metió a su casa, la sorprendió en su cama y le provocó tal corte en el cuello que minutos después la jovencita murió desangrada en el hospital de Calingasta. Según fuentes policiales, al ser detenido, el principal y único sospechoso de ese femicidio que conmovió a los calingastinos, habría dicho que mató a su ex porque le descubrió un mensaje de otro joven en su teléfono. Esa versión podrá ser confirmada o no cuando el teléfono de la víctima sea peritado, indicaron.
“Él vivía molestándola, hicimos un montón de denuncias y nunca hicieron nada. Si me hubiesen dado un poquito de importancia cuando poníamos la denuncia, porque él le pegaba, esto no hubiese pasado, estaría viva, la tendría viva”, dijo ayer la madre de la víctima, Lorena, a Radio Manantial. Según la mujer, la violencia de Castillo fue la causa de la separación, pero ahí los problemas no terminaron porque luego siguió hostigándola.
Por ahora, las cosas están complicadas para ese joven pues la madre de la víctima lo vio en su casa al escuchar los gritos de su hija. Según contó la mujer, al salir de su dormitorio para ver qué pasaba, se topó con Castillo y le preguntó qué hacía allí, pero el sujeto la empujó y salió corriendo.
Todo pasó alrededor de las 4 de la mañana del domingo en el barrio Bicentenario, Calingasta. El crimen causó tal conmoción en ese departamento, que ayer varios vecinos se sumaron a los amigos y familiares de la víctima para hacer una marcha en reclamo de Justicia (ver página 9).
No se sabe qué estrategia defensiva encarará Castillo, pero el delito que puede caberle es muy grave, un posible homicidio quizá con tres agravantes: la situación de pareja previa, femicidio y también alevosía si acaso se prueba que atacó a la jovencita mientras dormía, es decir totalmente indefensa. Para ese delito la única pena posible es perpetua.
Será el juez Guillermo Adárvez y el fiscal Carlos Rodríguez quienes definirán qué tipo de delito cabe atribuirle a ese joven, perteneciente a una familia con pésima fama entre sus vecinos. Su padre Héctor Eduardo “Matuaco” Castillo (50) y su abuelo Roberto Feliciano Castillo (82) habían sido condenados a 5 años de cárcel en noviembre de 2015, luego de confesar en un juicio abreviado que pasaban droga desde Calingasta a Chile.
La condena que les impusieron, junto a otros dos calingastinos, tres mendocinos y una chilena, había sido la consecuencia del hallazgo de 70,672 kg de marihuana y 15,921 kg de cocaína que Drogas Ilegales incautó el 6 de abril de 2013 en el km 126 de la ruta 149, en Calingasta.
- La familia había pedido ayuda
En medio del dolor, la familia de la joven que murió el domingo en la madrugada comentó que ellos pidieron ayuda en varias oportunidades para ponerla a salvo de Castillo. “Mi mamá hizo denuncias y no nos ayudaron. Si la Policía hubiera actuado mi hermana estaría viva”, dijo Yésica Rodríguez, la hermana de Pamela. Por su parte, desde la Municipalidad de Calingasta comentaron que el Área Niñez intervino en el caso de la joven mamá. “La mamá de la chica hizo la denuncia en la Municipalidad y el caso lo tomó Niñez porque era menor. Ella denunció que el novio de su hija la maltrataba. Durante tres meses se intervino, pero luego ella -por Pamela- no quiso seguir con la intervención”, dijo Samanta Orellano, del Área Social de Calingasta y comentó que ellos el único contacto que habían tenido con el supuesto femicida fue hace unas semanas, cuando el joven pidió mercadería en el municipio.