Después de 14 años de restauración, la Pirámide Djoser en Egipto está nuevamente abierta para los turistas. Esta pirámide, la primera en el mundo, fue construida hace 4700 años durante la era del faraón Djoser, uno de los reyes de la Tercera Dinastía del antiguo Egipto.
Después de que la pirámide enfrentó décadas de negligencia y riesgo de colapso, el gobierno egipcio inició un ambicioso proyecto para restaurar la estructura, también conocida como la Pirámide escalonada, en 2006.
Este Gran Museo Egipcio, reconocido Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), costó más de 104 millones de libras egipcias ($ 6,66 millones de dólares) y a su reapertura asistieron el primer ministro egipcio, Mostafa Madbouli, así como embajadores extranjeros.
“Estamos trabajando duro para construir un nuevo Egipto y la restauración de nuestro patrimonio es una de nuestras principales prioridades”, dijo Madbouli.
La pirámide de 60 metros de altura fue diseñada por Imhotep, descrito por algunos como el primer arquitecto del mundo, y consta de seis escalones apilados sobre una tumba de fosa 28 metros de profundidad y 7 metros de ancho.
Durante la tercera y cuarta dinastías del Antiguo Reino, Egipto disfrutó de una tremenda prosperidad económica y estabilidad. Los reyes tenían una posición única en la sociedad egipcia y se creía que habían sido elegidos por los propios dioses para servir como sus mediadores en la tierra.
Es por esto que había un especial interés en mantener intacta la majestad del rey incluso después de su muerte: los antiguos egipcios creían que cuando el rey moría, parte de su espíritu (conocido como “ka”) permanecía con su cuerpo.
Y una manera de cuidar su espíritu era momificar su cadáver y enterrar con él todo lo podría necesitar en la otra vida, incluidos recipientes de oro, comida, muebles y otras ofrendas.