La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner arribó anoche a la Argentina junto a su hija Florencia en un vuelo proveniente de La Habana, Cuba. La ex mandataria llegó luego de una estadía de una semana en la isla, durante la cual ayudó a su hija a preparar su regreso al país luego del tratamiento médico de un año al que debió someterse en Cuba.
La funcionaria informó esta semana sobre su regreso a la Argentina en una serie de tuits en los que expresó que, aunque Cuba no es un país de riesgo, cumpliría el plazo de aislamiento social, preventivo y obligatorio, fijado por el Poder Ejecutivo desde el 20 de marzo y hasta el 31 del mismo mes para contener la propagación del virus.
En ese mensaje, la vicepresidenta pidió a los argentinos que “hagan lo mismo, que se cuiden y que cuiden a los demás respetando el aislamiento preventivo en sus casas”. Florencia Kirchner había arribado a Cuba en febrero del 2019 para hacer un curso de guión cinematográfico pero, durante su estadía, pidió permiso para demorar su regreso y someterse a un tratamiento de salud a raíz de un trastorno de estrés postraumático, de acuerdo a lo informado por su madre y sus abogados ante la justicia.
Sobre el regreso de Florencia, Cristina señaló que “ella junto a sus médicos y sus médicas, lograron restablecer parte de su salud perdida y hace un tiempo vienen trabajando su regreso a casa”.
“Pero ya se sabe, nada es tan sencillo. Por eso Flor me pidió que la venga a buscar para ayudarla. Sentía que sola no iba a poder”, relató la vicepresidenta luego de emprender el viaje a la isla, en un vuelo que partió de Buenos Aires el lunes 16 de marzo, para ayudar a la joven en los preparativos de retorno al país.
La aeronave había partido a las 13.30 desde Cuba, y fue la última que salió de La Habana en medio de las fuertes medidas que el gobierno cubano impuso para frenar el avance del coronavirus. Si bien otros argentinos también regresaron en el mismo vuelo, todavía quedan cerca de 900 en Cuba, instalados en el mismo aeropuerto o en la embajada.