Segmentarla, parcializarla y a la vez endurecerla donde haga falta: ese es el consenso entre los especialistas respecto de la cuarentena. Si bien todos dan por sentado que se extenderá más allá del plazo del martes próximo -el lunes 13 de abril es la fecha más segura- se busca la manera de que se afine el ojo y deje de ser indiscriminada en todo el país. La lógica es que las jurisdicciones que hasta entonces -mediados de del mes próximo – no muestren circulación local, y ni siquiera los llamados casos importados, puedan empezar a tener una flexibilización del aislamiento y comenzar algunas actividades comerciales. Desde luego, sin clases presenciales de ningún tipo y con la premisa de evitar reuniones y cuidar a los grupos de riesgo más alto (mayores y con enfermedades previas).
Si se tomaran las medidas adecuadas, podrían volver a tener cierta actividad económica en un contexto de recesión agudizada, pero de ningún modo antes del 13 de abril. Por el contrario, los lugares donde la cantidad de casos de transmisión comunitaria sea más alta todavía no podrían siquiera pensar en retomar (algunos aspectos de) la antigua normalidad. La ciudad de Buenos Aires y su área metropolitana y el Chaco (donde se registran cuatro fallecidos) son los distritos donde la circulación del virus retrasaría el inicio de la poscuarentena, incluso hasta fines de abril; siempre con la oportunidad cierta de que la misma dinámica de la epidemia cambie incluso estas previsiones.
Según explicó la secretaria de Acceso a la Salud de la Nación, Carla Vizzotti, uno de los ejes en el que se está trabajando es precisamente la salida del aislamiento obligatorio. “Tenemos que pensar cómo seguimos, durante cuánto tiempo es necesario seguir con estas medidas estrictas, y cómo retomar las actividades paulatinamente, con el inmenso desafío de comunicar que este será un invierno diferente. Hay que planificar que las medidas de higiene y el distanciamiento deben sostenerse”, sostuvo anteayer.
“La decisión de extender la cuarentena se basa en factores médicos, epidemiológicos, sociales y económicos”, dijo Omar Sued, presidente de la Sociedad Argentina de Infectología. “Que se continúe sería muy bueno para reducir al máximo la circulación comunitaria del virus. La propuesta de extensión es la más lógica. Luego, si nos mantenemos en cien casos por día y no se dispara la curva, sería posible levantarla en algún momento de abril, pero no para ciertos grupos de personas, como mayores, o inmunosuprimidos y los que hayan estado en contacto con casos positivos”, precisó Sued, que integran el grupo de expertos que asesoran a la presidencia.