Tres hermanas rusas, Krestina, Angelina y María Khachaturyan, enfrentan a partir de este viernes un juicio por el asesinato de su padre en 2018, ocurrido tras años de malos tratos y abusos sexuales. Las jóvenes podrían ser condenadas a hasta 20 años de cárcel y el caso divide la sociedad rusa.
El cuerpo de Mikhail Khachaturyan fue encontrado en una escalera de su edificio de Moscú en julio de 2018, con decenas de heridas de cuchillo en el pecho y el cuello.
Según los investigadores, horas antes había regresado de una clínica psiquiátrica, puso a sus tres hijas en fila para castigarlas por el supuesto «desorden» en la casa y les roció la cara con gas pimienta. Su hija mayor, Krestina, que tiene asma, se desmayó, indicó el canal CNN.
Poco después, Mikhail se durmió en un sillón. Krestina, entonces de 19 años, Angelina, de 18 años, y María, de 17, lo atacaron con un martillo y un cuchillo. El hombre se despertó y Angelina le dio una estocada en el corazón. Después trataron de infligirse heridas para que pareciera que su padre las había atacado primero y llamaron a la policía. Al día siguiente, fueron detenidas y confesaron el crimen.
La investigación reveló el infierno que las chicas vivieron durante años, las reiteradas golpizas, los insultos y los gritos, las amenazas de muerte. También los abusos sexuales, que comenzaron después de que Khachaturyan se separara de su esposa, a la que golpeaba con frecuencia.
«Tomarás el lugar de tu madre. Me casaré contigo y darás a luz a mi bebé», le dijo a una de sus hijas, según el informe. Las obligaba frecuentemente a desnudarse frente a él y a practicarle diversos actos sexuales.
Según medios locales, las jóvenes lo denunciaron pero el hombre tenía conexiones con la policía y la causa no prosperó. Durante unas vacaciones en Sochi, la mayor intentó suicidarse con pastillas pero fue salvada por los médicos, indicó el sitio Mk.Ru
El caso de los Khachaturyan divide la opinión pública en Rusia, en medio del avance del conservadurismo en el país. Una encuesta de 2019 realizada por el Levada Center mostró que el 47% de las mujeres rusas y el 33% de los hombres sentían que las acciones de las hermanas Khachaturyan estaban justificadas.
Grupos de derechos humanos que luchan por la aprobación de una ley para proteger a las víctimas de abuso doméstico, que el Parlamento archivó en 2016, piden clemencia a las autoridades.
Activistas organizaron decenas de manifestaciones en apoyo de las hermanas bajo la campaña «Yo no quería morir», pidiendo a las autoridades que reclasifiquen el caso en torno a la autodefensa de las hermanas.
«Creemos que no tenían otra opción. El padre condujo a las niñas a la desesperación, toda su vida fue un infierno continuo. No pueden compararse con personas sanas, tranquilas y equilibradas … [las] chicas desarrollaron enfermedades mentales graves, incluyendo el síndrome de abuso y el trastorno de estrés postraumático. Esto fue confirmado por todos los exámenes en el caso», dijo uno de los abogados de las hermanas, Aleksey Parshin.
El fiscal pidió en un momento reclasificar el caso de homicidio premeditado como de «legítima defensa», pero en mayo se dio vuelta sin dar justificación alguna.
Las dos hermanas mayores, Krestina y Angelina, serán juzgadas juntas por asesinato con premeditación. Maria, que era menor de edad en el momento del asesinato, fue acusada después de cumplir 18 años y será juzgada por separado del mismo cargo. Todas pueden ser condenadas a hasta 20 años de cárcel.
Fuente: TN
