Luego de un pedido negado el pasado 8 de julio, la Cámara Federal de Casación Penal dio lugar a un nuevo pedido de la defensa de Lázaro Báez y le otorgó el arresto domiciliario en una de las tres causas en la que se lo investiga por lavado de dinero.
En esta oportunidad, el visto bueno de la cámara no alcanzaba y restaba la autorización del Tribunal Oral Federal N°4, que lo enjuicia por las maniobras llevadas a cabo en la financiera SGI, conocida como «La Rosadita». En esta oportunidad, el permiso se da sin necesidad de cumplir con la caución que le habían fijado en 386 millones de pesos.

Ambas instancias juciales consideraron que el caso de Báez correspondía hacer lugar al pedido y otorgarle la domiciliaria, que cumplirá con una tobillera electrónica en su casa ubicada en el barrio privado Ayres del Pilar, ubicado en la mencionada localidad del norte del conurbano bonaerense.
Para conseguir esta medida, la defensa del empresario se posó en la reglamentación que se vencieron los plazos de la prisión preventiva para lo cual hay un tiempo máximo legal de 3 años, sumado a que no tiene ninguna condena por el momento, a pesar de que tiene tres causas en curso en sus espaldas.
En este caso, la misma por la que se le da lugar a la domiciliaria, tiene que ver por aquella en la que se investiga la compra de un campo en Uruguay llamado «El Entrevero», donde se sospecha de una maniobra de lavado de activos. Las otras son las llamadas «Ruta del dinero K» y «M&P», en relación al nombre de una de sus empresas.