Bajo un contexto de limitadas operaciones, el dólar blue sube $2 a $149 para la venta, su nuevo máximo histórico, según un relevamiento en cuevas de la city porteña.
De esta manera, la brecha con el oficial mayorista se ubica en el 93,6%, tras haber tocado el jueves pasado el 94%. Recordemos que en mayo pasado el spread cambiario había alcanzado un nivel de 104%.
El billete informal acumuló en el mes una suba de $11 (+8,1%), la mayor desde abril pasado, cuando se había disparado $34,50 (+41,3%).
La fuerte suba mensual de septiembre está vinculada con las medidas lanzadas por el Banco Central, la AFIP, y la CNV a mediados de mes para desalentar la demanda de dólares en el mercado oficial.
La mayoría de los analistas sostiene que estas medidas no son sostenibles en el largo plazo ya que las expectativas de devaluación siguen latentes, pero las posibilidades de acceder al mercado oficial son menores.
Adecuándose a las condiciones económicas existentes, el Banco Central presentó este jueves una actualización de sus lineamientos de su política monetaria, enunciados el 27 de enero pasado, tal como había adelantado el Ministro de Economía, Martín Guzmán, en Ámbito Debate.
La autoridad monetaria indicó que “la irrupción de una pandemia sin precedentes y de duración todavía incierta, obligó a replantear las prioridades de política”. En ese contexto, la asistencia financiera del BCRA al Tesoro y el impulso al crédito se transformaron en piezas fundamentales dentro de una estrategia sanitaria y económica de emergencia que se propuso evitar que la crisis dejara tras de sí secuelas permanentes sobre una economía ya fuertemente golpeada, remarcó.
Recordó que “en el contexto de una severa crisis de endeudamiento, una macroeconomía con fuertes desbalances y ante una situación social acuciante, el país debió diseñar su estrategia de respuesta frente al Covid-19 a través de los instrumentos disponibles en una economía en emergencia y sin acceso al mercado internacional de crédito”.
En consecuencia, los principales indicadores de actividad “señalan una concentración de los efectos de la pandemia en el segundo trimestre, mientras que se observa una recuperación gradual y heterogénea de la actividad en el tercer trimestre del año”.
Luego, sostuvo que “el país encaró de manera exitosa un proceso de reestructuración de la deuda pública que se encontraba en una posición insostenible. No obstante, se ha generado en el mercado de divisas un comportamiento de expectativas que es necesario atender en lo inmediato”.
Bajo este escenario, la autoridad monetaria decidió actualizar los lineamientos de su política monetaria, centrándose en la tasa de interés y el manejo de la liquidez; el tipo de cambio; las regulaciones cambiarias; y las regulaciones de crédito:
Tasa de interés y manejo de la liquidez
En un contexto en el que se registran tensiones en el mercado de cambios, se acrecienta la relevancia de la política monetaria como instrumento de estabilización financiera y externa.
El BCRA dijo que redoblará sus esfuerzos en pos del desarrollo de instrumentos de ahorro e inversión que permitan a los argentinos obtener rendimientos positivos no solo respecto de la evolución de la inflación, sino también en relación a la evolución del tipo de cambio. En este sentido, se procurará armonizar progresivamente las tasas de referencia de los instrumentos de política monetaria, minimizando el impacto sobre el costo de esterilización.
Por otro lado, la mencionada necesidad de responder a las demandas de la pandemia ha generado un incremento importante de la liquidez. El BCRA monitorea atentamente la evolución de los agregados monetarios y actuará a través de las herramientas disponibles.
Además, en el marco de los favorables resultados obtenidos en materia de normalización de la deuda pública, el BCRA resaltó que “utilizará su capacidad de intervención a través de operaciones de mercado abierto, a los efectos de auspiciar una mayor liquidez, profundidad y transparencia de los mercados de deuda soberana, en vistas de apuntalar el comienzo de una nueva etapa en la que el mercado de capitales local asuma una importancia creciente en la estrategia de financiamiento del sector público”.