La historia recuerda a los casos de la “Ballena Azul” o “Momo”, retos vinculados a historias de terror que surgieron en Internet y son conocidos como creepypasta. En esta ocasión la justicia investiga el suicidio de un niño de tan solo 10 años, quién se arrojó por el balcón de su casa dejando una nota a sus padres, en Nápoles, Italia.
“Mamá y papá, los amo. Ahora tengo que seguir al hombre de la capucha negra. No tengo mas tiempo. Perdóname”, se lee en la nota, según reportaron medios italianos.
La Fiscalía de Menores abrió un expediente y las fuerzas policiales incautaron todos los dispositivos utilizados por el menor: el teléfono móvil y una consola capaz de conectarse a Internet.
La policía habló con los padres del menor, que lo describieron como un chico feliz y sereno sin problemas aparentes salvo una extraña actitud que cargaba desde hace unos días. En las próximas horas también serán escuchados algunos amigos de la víctima porque es posible que sepan lo que estaba sucediendo en la vida del niño.
Tras revisar los dispositivos, una primera apreciación del caso, dicen los especialistas, es que el niño pudo haber sido víctima de un desafío online llamado “Jonathan Galindo”, un espeluznante “Goofy humano” que supuestamente acosa a mujeres y niños, instándolos a actos de autolesión que en algunos casos pueden llevar a sus víctimas al suicidio.
La persona detrás de este “Goofy” con capucha negra contacta a sus víctimas por medio de las plataformas tradicionales que usan los niños tales como Facebook, Tik-Tok, e Instagram y al parecer al ser contactados inicia una serie de desafios virtuales que irían en crescendo hasta llegar a los límites más terroríficos, como el suicidio autoinducido.
Generalmente este tipo de creepypasta, como se los denomina, en algún momento o bien, obtienen información, o inducen a hacer algo para luego tomarse de eso para extorsionar a las victimas, y con esa presión comienzan a ejercer una maniobra psicológica entre los participantes.
¿De dónde surgió este personaje?
La imagen comenzó a difundirse allá por el año 2012, cuando el creador de videos y experto en diseñar máscaras Dusty Scan publicó fotos en sus redes sociales en las que se retrataba a sí mismo con una máscara con apariencia de “Goofy”, sin intención de asustar. Sin embargo, las fotos difundidas online pronto adquirieron vida propia y comenzaron a hacerse virales en sitios como 4chan.
A raíz de que alguien malicioso utilizó esa imagen para crear este peligroso “juego” el pasado 3 de julio Dusty Scan publicó un mensaje en el que advirtió sobre el uso malintencionado de las imágenes.
“Hola todos. Esta locura de Jonathan Galindo parece aterrorizar a muchos jóvenes impresionables. Las fotos y videos son míos desde 2012-2013. Entonces eran para mi propia y extraña diversión, no para un buscador de emociones que busca asustar e intimidar a la gente”, escribió en Twitter.
El Comité Italiano para el Control de Declaraciones sobre Pseudociencia recosntruyó la historia e intentó encontrar el origen de este juego. Lo que encontraron es que las imágenes las utilizaron en el 2017 para crear unas cuentas falsas en donde un personaje llamado “Jonathan Galindo” cuenta una historia de terror que va presentando desafíos con peligrosos resultados, convenciendo a los seguidores a hacer cierta cosas como por ejemplo hacerse daño.
El caso volvió a popularizase entre 2019 y 2020, después que una cuenta inspirada en este creepypasta apareciera en TikTok y el influencer mexicano Carlos Name también hablara de ello.
Ahora algunas plataformas, como TikTok, han tomado medidas para bloquear las cuentas, que se fueron multiplicando con el correr de los años, que se refieran a Jonathan Galindo.
El caso conmocionó a la comunidad italiana y desde los medios una vez más se trata de reforzar la importancia del acompañamiento, seguimiento y control de los padres hacia los niños, en el uso de la web.
Por su parte a experta en pedagogía Paola Cosolo, dijo en un medio italiano: “Hay pautas para el uso de las redes sociales y certificaciones para videojuegos” y agregó: “Todas cosas que son sistemáticamente ignoradas por los padres que, por miedo a ser demasiado autoritarios, no controlan lo que hacen sus hijos en la red y los sitios en los que navegan”.
Para cerrar recomendó a los padres: “Todas cosas que son sistemáticamente ignoradas por los padres que, por miedo a ser demasiado autoritarios, no controlan lo que hacen sus hijos en la red y los sitios en los que navegan”.
En el Centro de Asistencia al Suicida de Buenos Aires atienden a cualquier persona en crisis en las líneas gratuitas 135 desde Buenos Aires y GBA o al +54-11 5275-1135 las 24 horas del día. Está también el Centro de Atención al Familiar del suicida (CAFS): Tel. (011) 4758-2554 www.familiardesuicida.com.ar