El juez de la Corte Suprema, Edson Fachin, anuló este lunes todas las sentencias en primera instancia dictadas contra el ex presidente, quien ahora deberá ser juzgado por tribunales federales.
La Corte Suprema de Brasil anuló hace instantes la condena contra el ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva en el marco de la causa Lava Jato, devolviéndole sus derechos políticos con lo que podrá ser candidato en las elecciones del año 2022.
Los tres casos que involucran fueron juzgados por el tribunal de primera instancia de Curitiba, a cargo del entonces juez Sergio Moro. A partir de ello fue que el juez Edson Fachin indicó que la corte no tenía en su momento la “competencia jurídica” requerida para analizarlos.
A partir de esto, el juez que reciba los procesos en cuestión podrá resolver o bien mantener las condenas o bien reiniciar la instrucción.
La operación Lava Jato representa la mayor causa sobre corrupción llevada a cabo tanto en la historia de Brasil como de América Latina. Comenzó en el año 2014 casi de casualidad cuando estaba teniendo lugar una investigación sobre una red de personas que lavaba plata en diversos Estados de Brasil, puntualmente mediante un lavadero de autos (Lava Jato = Lava Autos).
El caso llevó hasta la figura de Alberto Youseff, hoy preso (condenado a 20 años) quien con su testimonio dio inicio a un esquema de corrupción que presenta tres grandes actores.
Corruptores (las principales empresas constructoras de Brasil con Odebrecht a la cabeza); Corrompidos (directivos de Petrobras y la clase política brasilera) e intermediarios, puente entre unos y otros para negociar los números.
Por el caso que derivó en su detención, Lula (75) fue condenado en diferentes instancias: Inicialmente a 9 años y 6 meses de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero.
Sin embargo, la pena aumentó a 12 años y un mes de prisión tras el fallo del Tribunal Regional de la 4ª Región y se terminó reduciendo a 8 años y 10 meses tras el fallo del Tribunal Supremo. Está preso desde el 7 de abril de 2018.
En concreto, el ex presidente fue hallado culpable de aceptar sobornos por US$1,1 millones de la constructora OAS.
Con la misma flexibilidad que su condena es que quien gobernara Brasil entre 2003 y 2010 afronta otras acusaciones en el marco del “Lava Jato” en los que se lo acusa de corrupción, obstrucción a la Justicia y lavado de activos , entre otros cargos.