“Soy el Presidente que más desea que las diferencias entre nosotros no nos dividan”, declaró acerca del ataque que recibió en Chubut, escenario de incendios.
El presidente Alberto Fernándezrechazó este lunes el ataque que sufrió durante su visita oficial a la provincia de Chubut al advertir: “Los violentos tiran piedras y nosotros tiramos obras, los violentos tiran piedras y nosotros llevamos vacunas, los violentos tiran piedras y nosotros llevamos amor y cariño a la gente”.
“Nada ni nadie debe desviarnos de este camino. Soy el Presidente que más desea que las diferencias entre nosotros no nos dividan. Que vivamos con las diferencias, pero que las diferentes ideas, posturas, miradas no nos enfrenten porque lo que necesitamos es tirar todos para el mismo lado”, afirmó.
Fernández realizó esas declaraciones al encabezar, desde el partido bonaerense de Almirante Brown, el acto de presentación de las primeras 1.000 obras públicas que ya se encuentran en ejecución en toda la Argentina y que implican una inversión de 556.780 millones de pesos, informó el Gobierno, en un comunicado.
“Cuando algunos gritan se equivocan, se hacen más fuerte. Más me convencen que este es el camino que hay que seguir y vamos a seguir. Tenemos la oportunidad de ponernos de pie y de salir, de pasar este tiempo ingrato de la pandemia”, agregó.
El Jefe de Estado rechazó las violentas protestas que se registraron cuando visitó la ciudad de Lago Puelo, en la que algunas personas arrojaron piedras contra la camioneta en la que se movilizaba él con el resto de los integrantes de la comitiva del gobierno nacional.
“He recorrido y acompañado con los presidentes de todos los laboratorios que hacen vacunas y hemos conseguido vacunas, y van llegando paulatinamente vacunas en un mundo en el que el 10% de los países concentran el 90% de las vacunas. Pero nosotros estamos en el 90% del mundo que consigue vacunas, y hemos trabajado todos, incansablemente para conseguir esas vacunas. Nunca escuché entre los opositores a alguien que me diga: tengo una puerta para abrir, para conseguir vacunas para los argentinos. Me hubiera encantado que lo hicieran y no que me acusaran de envenenarlos”, dijo.
Así, el Presidente aprovechó su discurso para rechazar los cuestionamientos sobre la marcha del plan de vacunación contra el coronavirus, que incluso uno de los infectólogos que asesora a su gobierno, Eduardo López, consideró que es “lento”.