Jerónimo Tauler denunció que fue ferozmente golpeado por el personal de seguridad del local Mr. Jones. El hecho habría ocurrido la misma noche en que otro joven fue expulsado por patovicas del lugar y luego falleció en un hospital.
El joven que sufrió una fractura en el maxilar y perdió algunas piezas dentales al ser brutalmente golpeado por el personal de seguridad del boliche Mr. Jones, de la ciudad de Mar del Plata, aseguró que eran seis los custodios que lo atacaron.
Un hecho que ocurrió horas después de que León Haziel Luna fuera expulsado del mismo lugar. Se trata del joven que horas más tardes falleció en un hospital, y por el que ahora investigan el accionar de los patovicas.
“Eran seis patovicas contra mí”, relató Jerónimo Tauler, de 22 años, quien fue echado en la madrugada del domingo del local bailable ubicado en la zona de Playa Grande, y a causa de las lesiones debió ser hospitalizado.
Desde la puerta del Hospital Privado de Comunidad (HPC), el joven, acompañado por su madre aseguró este lunes al mediodía que las lesiones se produjeron a causa de los golpes de los custodios, y que él no intervino en ninguna pelea en el interior del boliche.
“Él no se estaba peleando con nadie ni se golpeó solo. Estaba con sus amigos, lo sacan a la fuerza, de manera prepotente, y él se resiste. Y cuando lo ven sus amigos ya está en el piso. Dentro del boliche estaba todo bien hasta que llega el primer patovica”, aseguró la mujer.
El joven, quien deberá ser operado nuevamente a causa de las lesiones y presentaba muchas dificultades para hablar por los vendajes que lo colocaron en la cabeza, aseguró que podría identificar a sus presuntos agresores si lo ve.
“Me acuerdo las caras”, aseguró Tauler, y en ese sentido su madre señaló que “hay un testigo que ve cómo le pegan”.
Este hecho es investigado por el fiscal Fernando Castro, titular de la Unidad Funcional de Instrucción 1, quien inició una causa por el delito de “lesiones graves”.
Castro dispuso la declaración de testigos y de personal de seguridad de Mr. Jones, así como el análisis de las cámaras de seguridad, que establecieron que “sí hay golpes” por parte de los custodios del boliche cuando lo sacaron del local.