En los 14 meses de pandemia en Argentina, varias veces se intentó dimensionar si las muertes por coronavirus, que ya están llegando a 60.000, eran comparables a las que se hubieran producido por otras causas en un año “normal”. La publicación (con una demora de cuatro meses) del informe anual de Estadísticas Vitales, este miércoles, aclara esta cuestión.
En lo que va de la pandemia se produjo un número similar de fallecimientos por coronavirus que todas las muertes por cáncer ocurridas en 2019.
Además, los casi 60.000 decesos por SARS-Cov-2 (cifra a la que se llegaría este miércoles) son comparables a la cifra anual de muertes generadas por otras enfermedades respiratorias, siempre hablando de meses “normales” como los de 2019.
Es decir, un año con 625.441 nacidos vivos y 341.728 muertes, siguiendo la tendencia local, y en el que el 65% de los decesos fueron efecto de las patologías con mayor incidencia en la población: las enfermedades del sistema circulatorio (28% de las muertes totales), el cáncer (18%) y las enfermedades del sistema respiratorio (18%).
Así lo indica el reporte de Estadísticas Vitales, de casi 170 páginas, que lleva el sello de la Dirección de Estadísticas e Información en Salud, a cargo de Carlos Guevel, que depende del Ministerio de Salud de la Nación.
Como el informe debió haberse publicado en diciembre y sale recién en abril, arranca con la aclaración de que, a raíz del Covid “se registraron retrasos y dificultades en las provincias para el procesamiento y envío de las estadísticas vitales 2019”, lo que “ocasionó la demora en la consolidación de los datos nacionales, la edición de la presente publicación y la difusión de los datos”.
La explicación viene bien para dimensionar que mientras no haya “estadísticas vitales” certeras de 2020 (y se presume que su carga no habrá sido poco problemática) será difícil aventurar qué lugar ocupan realmente los 60.000 decesos por Covid en el marco de todas las muertes ocurridas el año pasado. Si se quiere ser más precisos con el concepto de “año calendario”, los 42.000 fallecimientos acumulados a diciembre de 2020.
Es cierto que mirando reportes de años anteriores se puede deducir que las muertes por cáncer de 2020 no deben haber sido inferiores (sino al contrario, por las postergaciones en los tratamientos) a las informadas en 2019: en concreto, las muertes por “tumores malignos”, dice el informe, principalmente cáncer de tráquea y pulmón, colón, mamas, útero y estómago, fueron 62.163.
Mamografías. Estos estudios clave para detectar precozmente el cáncer sufrieron postergaciones en 2020. Foto EFE
Enfermedades respiratorias
La prevalencia del Covid dentro del grupo más grande de “enfermedades respiratorias” es mucho más difícil de desambiguar.
Muchos de hecho se preguntaron en estos meses si, dado que circularon poco las enfermedades estacionales (gripe, resfríos, bronquiolitis,entre otros), el coronavirus había de algún modo logrado “reemplazar” las muertes que cada año generan esas afecciones.
Los números se prestan para sacar esa conclusión: en 2019 (y en 2918 fue similar) hubo 61.979 fallecimientos por enfermedades respiratorias, de las cuales el 52% fueron casos de influenza y neumonía.
¿Tiene sentido pensar que en 2020, por la cuarentena larguísima y el uso del barbijo, parte de esos decesos “usuales” no se hayan producido?
Consultado por este tema, Domingo Palmero, jefe de Neumonología del Hospital Muñiz, aclaró que “sin estadísticas de mortalidad de 2020 no se puede especular, pero, a priori, creer que las otras respiratorias disminuyeron al punto de ser reemplazadas por Covid, es un pensamiento muy peregrino”.
Si bien el médico aclaró que “lo más probable que es que hayan estado en una cifra similar”, aclaró que “sí disminuyeron -y hay evidencia clínica- los casos de bronquiolitis en niños, que copaban las terapias intensivas todos los años. Y esto se debe a que los chicos estuvieron en sus casas, sin ir a jardines y escuelas”.
Más difícil le resultó sacar una hipótesis certera de lo que pasó con la influenza: “Al comienzo de la pandemia se testeaba a todo el mundo para descartar gripe porque nos habían dicho que el Covid no iba a llegar a la Argentina. Esto luego se discontinuó, por lo que nos olvidamos del tema influenza. Pero los casos deberían haber disminuido por el aislamiento y el uso de barbijo”.
Sin embargo, todavía mucho más difícil es estimar la circulación de las neumonías en 2020: “Muchos muertos por Covid pueden haber tenido un certificado de defunción sin ese diagnóstico, donde se debe haber consignado ‘insuficiencia respiratoria por neumonía bilateral’. Ahora el diagnóstico de Covid lo tenemos más fácil y rápido, pero en el comienzo no fue así”.
“¿Mi conclusión? No se puede decir que el Covid haya reemplazado ninguna otra enfermedad en la mortalidad. El exceso de mortalidad es una cifra ineludible y no va a quedar otra que relacionarlo a Covid”, apuntó.
Cuando la pandemia quede atrás, ese exceso de fallecidos seguramente tendrá más apartados aclaratorios. En lo que compete al cáncer, por los fallecimientos “extra” que se contabilicen producto de la postergación de los controles que causó la propia pandemia.
De las respiratorias, es una historia no escrita todavía: habrá que esperar este invierno y ver qué pasa con la circulación de las enfermedades infecciosas que en 2020 habían estado “freezadas” por el cierre escolar.