Fueron algunos de los resultados de los rastrillajes realizados en en Río Grande y en la “zona cero”, que ordenó la nueva fiscal en la causa. Una de las posibles pistas se halló dentro de la casa de la pareja de la tía paterna de la menor.
Este martes se cumplen 15 días desde que Guadalupe Belén Lucero está siendo intensamente buscada. Tiene cinco años y estaba jugando en la entrada de la casa de una de sus tías, junto con su prima y otros niños, en el barrio 544 Viviendas de la zona sur de la provincia de San Luis, el lunes 14 de junio, cuando fue vista por última vez.
Durante las últimas horas, mientras se deplegaron operativos en dicho barrio, denominado como “zona cero” -por ser el último paradero de la pequeña- y rastrillajes en Río Grande; vecinos y agrupaciones sociales se autoconvocaron junto con la familia en una manifestación para reclamar por la aparición de la niña.
Como resultado de nueve de estos once allanamientos de urgencia ordenados por la nueva fiscal de la causa, Virginia Palacios, surgieron dos presuntos indicios, tal como informó TN: se encontró “una almohada con una mancha de sangre dentro de la casa de la pareja de la tía paterna de la menor” y el elemento que “generó mayor expectativa” fue una “gomita con un mechón de pelo” que identificaron en otra vivienda ubicada a muy pocos metros del lugar donde fue vista por última vez.
“Una de las hipótesis es que le podrían haber cortado el pelo para evitar que la gente la reconozca. Se la sigue buscando con vida, pese a que se mantiene la presencia de los canes en los allanamientos. La principal hipótesis es que está cautiva”, sostuvieron investigadores al medio.
Otros datos
En las últimas horas, el jefe de relaciones policiales, Lucas Chacón, precisó que muestras de cabello obtenidas “están siendo peritadas por la Justicia”, mientras que además se tomaron “seis testimoniales nuevas en la causa, que se completó el peritaje de 28 teléfonos celulares, de nuevos llamados al 911 y se recibió el relevo de la Policía Federal procedente de la provincia de San Juan y de Buenos Aires”.
Rige la Alerta Amarilla emitida por Interpol, y Alerta Sofía, establecida por el Ministerio de Seguridad de la Nación, medidas que tienen el objetivo de de distribuir la foto de la niña a través de dispositivos móviles y medios de comunicación masivo para dar con su paradero. Además, se ofrece una recompensa por 2 millones de pesos.
Guadalupe vestía una calza rosa, botitas negas y parka del mismo color con capucha peludita. Mide 1,10 metros, y de piel morena; describen sus familiares vía redes sociales. Y además, como dato importante tiene un lunar sobre la mejilla izquierda.
La única testigo es su primita de 3 años con la que jugaba y quien le dijo a su familia que vio a Guadalupe con una mujer de unos “20 años”, “vestida de negro” y que “se parecía a una tía”. Estos datos coinciden con una de las pistas que sigue la Policía: a partir de las imágenes de una cámara de seguridad ubicada a 700 metros de la casa de la tía de Guadalupe. Si bien como indicaron “la imagen es muy mala” y se “ve borrosa”, “a priori se ve a una mujer vestida de negro y a su lado se observa una silueta que da toda la impresión que es una nena”.