Nada es más esperado por estas horas en París que llegada de Lionel Messi para cerrar su contrato con el PSG luego del inesperado fin del largo vínculo que el 10 de la selección argentina mantenía con el Barcelona.
Los medios franceses esperaban que el séxtuple Balón de Oro, con serias chances de convertirse una vez más en el mejor jugador del mundo este año, llegase ayer a la capital francesa. Cosa que al final no sucedió y que esperan ocurra finalmente este lunes.
Mientras la espera se prolonga más de lo deseado y París contiene sus ansias de convertirse una vez más en una fiesta L’Équipe eligió un juego de palabras de para titular su portada de este lunes y relegó a un segundo lugar los muy buenos resultados obtenidos por ese país en los Juegos Olímpicos de Tokio.
«París bien vale un Messi» tituló en alusión al más que conocido dicho «París bien vale una misa».
Sin embargo el juego de palabras elegido ante le evidencia de la similitud entre «Messi» y «misa» no deja de ser extraño. Es que el origen de la expresión encierra un cierto desprecio por la «misa», que en este caso fue utilizado por «Messi».
Es que la expresión se le atribuye a Enrique de Borbón, el pretendiente al reino de Francia en el siglo XVI que eligió convertirse al catolicismo -él era protestante- para poder reinar. Se le atribuye haber dicho que «París bien vale una misa» como modo de aceptar convertirse al catolicismo. Enrique IV entró finalmente triunfante a París como rey en marzo de 1594. Desde entonces la expresión es utilizada para dar cuenta de la conveniencia de renunciar a algo, aunque sea aparentemente muy valioso, para obtener lo que realmente se desea.
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