Se llama Kiska y vive en un acuario en Canadá desde hace 30 años. Activistas piden por su liberación.
Las imágenes difundidas Phil Demers, activista y defensor de derechos de los derechos de los animales, son desgarradoras: una orca se golpea contra la pared del estanque de un acuario de Canadá una y otra vez, en busca de libertad.
Se trata de Kiska un cetáceo que fue capturado en Islandia en octubre de 1979 con alrededor de 3 años de edad. Como muchas otras orcas, empezó su vida en cautiverio en Hafnarfjordur Aquarium, un acuario en la isla que cuidaba de las jóvenes orcas hasta ser compradas. En 1982 fue adquirida por Marineland Ontario, Canadá. Phil supo trabajar en ese parque y hoy pide por la liberación de este ejemplar, la última orca que vive allí.
«Este video fue tomado el 4 de septiembre de 2021. Los activistas anti-cautiverio ingresaron a MarineLand y observaron a Kiska, su última orca sobreviviente, golpeando su cabeza contra la pared. Míralo y compártelo. Esta crueldad debe terminar», escribió Demers en Twitter.
Rob Lott, activista del fin del cautiverio en Whale and Dolphin Conservation, mencionó que este comportamiento epetitivo y autoinfligido es común en las orcas que son criadas en ambientes artificiales por el aburrimiento.
A partir del 2011 está sola en el tanque. Sus compañeros, incluidas sus cinco crías, murieron a temprana edad. Por ello, a nivel internacional la conocen como «la orca más solitaria del mundo».
«Durante más de 40 años, ha sufrido la pérdida de su libertad, de sus bebés y todos sus compañeros de tanque. Durante los últimos 10 años, ha estado en completo aislamiento social de otros de su clase. Esto es lo que le ha hecho su soledad y su cautiverio», resaltaron desde Orca Rescues Foundation.
