Alberto Fernández y Cristina Kirchner aparecen distanciados y responsables de la derrota a nivel nacional, mientras que Horacio Rodríguez Larreta obtuvo un triunfo en la Ciudad y provincia de Buenos Aires que cumplió con lo justo las expectativas políticas
Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner fueron vencidos en los comicios legislativos de este domingo, pero cada uno de los principales socios del Frente de Todos asumieron de distinta manera su responsabilidad institucional. El Presidente aceptó su debilidad política y le propuso a la oposición un acuerdo parlamentario para cerrar con el FMI, mientras que la Vicepresidente alegó su estado de salud para evitar otra foto oficial con los colores de la derrota.
En la vereda de enfrente, el jefe de gobierno porteño y referente de la oposición Horacio Rodríguez Larreta apostó por María Eugenia Vidal y por Diego Santilli en la ciudad y la provincia de Buenos Aires, respectivamente. Y en ambos casos, coronó triunfos en los distritos más importantes del país. Sin embargo, sus aliados del PRO y sus socios de la Unión Cívica Radical (UCR) no harán fácil su camino a la candidatura presidencial.
En el oficialismo, esta nueva derrota electoral, similar a la que ocurrió en las primarias de septiembre, agrandó aún más las diferencias entre Alberto Fernández y su vice, a quien se refirió una sola vez en el discurso grabado que se difundió poco después de que se conocieran los resultados provisorios de la votación, pero sin nombrarla directamente.
Tras reiterar su intención de convocar a la oposición para lograr consensos, el mandatario nacional anunció que enviará al Congreso un proyecto de ley que aseguró que “cuenta con el pleno aval del Frente de Todos” y que contemplará un programa económico y las conclusiones de la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por la deuda argentina.
“Ha sido el fruto del trabajo conjunto con la Vicepresidenta de la Nación, el Presidente de la Cámara de Diputados de la Nación y mi gabinete de ministros y ministras. Trabajaremos de forma incansable para lograr el apoyo de la comunidad internacional en la construcción de mejores condiciones de financiamiento para llevar a cabo el programa de políticas públicas que como Nación soberana que somos, queremos implementar en pos de la mejor calidad de vida de nuestro pueblo”, precisó.PlayEl mensaje completo de Alberto Fernández tras la derrota electoral
Unos minutos después de que estas palabras resonaran en el búnker que el espacio instaló en el barrio porteño de Chacarita, sobre el escenario apareció el propio jefe de Estado, que sí dijo presente en el acto a pesar de la derrota, a diferencia de Cristina Kirchner, quien ya había anunciado más temprano que no iría a la sede porque sus médicos le recomendaron reposo.
En un breve discurso, Alberto Fernández le agradeció a la militancia el trabajo durante la campaña y, si bien pidió salir a “celebrar el triunfo” el próximo miércoles en Plaza de Mayo, también mostró debilidad política al convocar a la oposición para generar acuerdos, una estrategia que deviene necesaria ante la nueva composición que tendrá el Congreso.
Es que, según el escrutinio provisorio, el Frente de Todos fue derrotado en 15 provincias, entre ellas Buenos Aires, CABA, Córdoba, Santa Fe, Mendoza, razón por la cual perdió el control del Senado, controlado por la vicepresidenta, que ya no contará con quórum propio, algo que al peronismo nunca le había ocurrido en 38 años de democracia.
En Diputados, el panorama tampoco es demasiado alentador para el oficialismo: también cedió bancas, pero en este caso continuaría siendo la primera minoría del recinto por una escasa diferencia con respecto a Juntos por el Cambio, que tuvo un gran crecimiento en estas elecciones.
En lo que respecta a Horacio Rodríguez Larreta, estos comicios tuvieron un sabor agridulce en su carrera presidencial, ya que los candidatos que él apoyó resultaron victoriosos, pero no tuvieron el triunfo contundente que se esperaba, y su espacio pierde terreno en la interna que existe dentro de la coalición opositora.María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta y Mauricio Macri en el bunker de Juntos por el Cambio (NA/Damián Dopacio)
Por un lado, María Eugenia Vidal estuvo lejos de los 50 puntos a los que aspiraba en la Ciudad y superaba por poco el 47% de los votos, aunque esta cifra le permitió posicionarse muy cómodamente por encima de su principal adversario, Leandro Santoro, que sacó el 25,10 por ciento.
En la Provincia, en tanto, la candidata del Frente de Todos, Victoria Tolosa Paz, logró acortar bastante la distancia con Diego Santilli, ex vicejefe de gobierno porteño, y la diferencia entre ambos quedó en torno al 1,3%, lo que representa una cifra bastante menor a los 356.533 votos de ventaja que Juntos por el Cambio había conseguido en las primarias en este distrito.
En este contexto, asoma con cautela la titular del PRO, Patricia Bullrich, que ya anticipó que disputará la precandidatura presidencial con Rodríguez Larreta, mientras que, agazapado, el ex mandatario nacional Mauricio Macri aún cavila si dará un paso adelante para protagonizar una revancha personal e ir por un segundo periodo de gestión que -por el momento- su imagen negativa no permitiría.
La ahora diputada electa Vidal también sueña con la carrera presidencial. Y como es amiga de Rodríguez Larreta, le adelantó que se tomará todo el 2022 para discernir si tiene chances de disputar la interna de la coalición con ciertas posibilidades.La titular del PRO, Patricia Bullrich, asoma como posible adversaria de Rodríguez Larreta en la carrera presidencial (Gustavo Gavotti)
Quien también aparece como perdedor en estas elecciones es el gobernador bonaerense Axel Kicillof, que no pudo hacer valer su peso político para dar vuelta el resultado de los comicios y deberá lidiar con una Legislatura provincial adversa, donde los bloques de la oposición continuarán siendo mayoría en ambas Cámaras.
En este lugar también se podría ubicar al flamante jefe de Gabinete de la Nación, Juan Manzur, quien el fin de semana viajó a su tierra natal, Tucumán, desde donde presenció una modesta victoria del Frente de Todos, que superó por poco más de dos puntos a Juntos por el Cambio. Sin embargo, este triunfo le alcanzó para garantizar que el oficialismo retenga dos bancas en el Senado.
Este logro fue fundamental, teniendo en cuenta que el Gobierno perdió el quórum en el recinto. De hecho, junto con Catamarca, fueron los únicos distritos del país que renovaban representantes en la Cámara Alta donde no ganó la oposición.
Por último, entre los ganadores indiscutibles se pueden situar los intendentes del conurbano bonaerense, que consiguieron imponer sus listas, y los gobernadores del norte, como Jorge Capitanich (Chaco), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Gustavo Sáenz (Salta), Gildo Insfrán (Formnosa), Raúl Jalil (Catamarca), Ricardo Quintela (La Rioja) y Sergio Uñac (San Juan), cuyos candidatos ganaron en cada una de esas provincias.
Sin embargo, y más allá de estas elecciones, ahora la agenda pasará por los acuerdos que pueda lograr o no el presidente Alberto Fernández, que el lunes deberá iniciar la convocatoria a la oposición para alcanzar los acuerdos necesarios que le permitan avanzar con las leyes que pretende impulsar su administración en medio de las negociaciones por la deuda externa. Pero para eso deberá sentarse con actores políticos que, en mayor o menor medida, vienen de vencer al oficialismo en las urnas.