Durante la semana pasada, el tipo de cambio mayorista marcó una suba semanal de 39 centavos, la más alta desde abril de este año.
En las últimas ruedas de mercado, el Banco Central insinúa una modificación en su estrategia para achicar la brecha cambiaria y comienza a acelerar de forma lenta pero sostenida la devaluación del dólar oficial.
En este sentido, durante la semana pasada el tipo de cambio mayorista cerró en $101,5, lo que implica una suba semanal de 39 centavos, la más alta desde abril de este año.
Al observar el aumento del dólar en este segmento el jueves y viernes últimos, la «actualización» anualizada del tipo de cambio ronda el 30%, lo que implica un ritmo más acelerado del que se vio en los primeros once meses del año. En lo que va de 2021, la autoridad monetaria dejó correr al billete estadounidense a un ritmo del 1% mensual, muy por detrás del aumento de los precios de la economía, que promedió el 3% cada mes.
Sin embargo, el cambio no parece suficiente para estabilizar la demanda de dólares, en un contexto de caída de reservas: en lo que va del mes, apenas siete ruedas, el Central ya se tuvo que desprender de casi US$ 400 millones, un ritmo de ventas que no se veía desde septiembre pasado, cuando la autoridad monetaria terminó con un saldo negativo de US$ 957 millones.
El nivel de reservas netas y la cercanía de nuevos pagos al FMI preocupa a los analistas que dudan si esta nueva estrategia del organismo que preside Miguel Pesce será suficiente para frenar las presiones de cara a un verano caliente. Si se toman en cuenta tanto a los DEGs del FMI como al oro en las arcas del organismo, el Central posee reservas netas cercanas a US$ 6.200 millones. Pero el país tiene que hacer frente a un vencimiento de US$ 1.800 millones con el Fondo previsto para la semana próxima, por lo que este margen se reduciría aún más antes de fin de año.






















