La decisión fue anunciada por el canciller Olaf Scholz, quien afirmó que el virus “no descansa en Navidad” y que estas medidas implicarán también a los vacunados.
Debido a la preocupación de que la variante Ómicron se convierta en la dominante en Alemania, las autoridades locales anunciaron que se restringirán las fiestas, reuniones y actos públicos por la Navidad incluso entre personas vacunadas.
De acuerdo a lo informado, las restricciones vigentes, que estaban orientadas a los no vacunados, se van a mantener en su nivel actual para el próximo fin de semana, pero a más tardar el 28 de diciembre habrá límites a las reuniones y los eventos masivos tales como los boliches o los partidos de fútbol se restringirán.
El virus “no descansa en Navidad”, fueron las palabras con las que sentenció el canciller Olaf Scholz, quien también aseguró que es “cuestión de semanas” que la Ómicron se vuelva la dominante, al dar a conocer las nuevas medidas tras una reunión con pares y profesionales.
Asimismo, la Comisión Permanente de Vacunación, perteneciente al Instituto Robert Koch, recomendó la aplicación de la dosis de refuerzo a los tres meses de haber completado la pauta, en lugar de los seis meses que se contemplaban hasta ahora.
Actualmente, la tasa de población con la pauta completa es del 70,4%, mientras que la de ciudadanos con la dosis de refuerzo, necesaria para mejorar la protección frente a esa variante, es del 32,6%. Scholz insistió en que el objetivo es lograr que dos tercios de la población tengan la dosis de refresco en las próximas semanas. Su propósito es alcanzar las 30 millones de dosis aplicadas para finales de enero, que se suman a los 30 millones administrados desde finales de noviembre hasta que termine 2021.