En esta nota, el Dr. Marcelo Risk habla de una de las disciplinas más jóvenes de la Ingeniería, sus aplicaciones y los desafíos a futuro.
La Ingeniería Biomédica es una de las disciplinas más jóvenes de la Ingeniería. Si bien ya tiene larga data en nuestro país, sus aplicaciones son cada vez más variadas, y ya empezó el camino de la transformación de la salud de la sociedad.
Para explicarlo de una manera sencilla, se trata de la ingeniería aplicada a la medicina, donde su gran objetivo es poder contribuir a mejorar la calidad de vida a través de la aplicación de tecnología: electrónica, informática, mecánica, química, robótica, acústica, óptica, entre otras.
Algunos ejemplos del uso de la Ingeniería Biomédica en la actualidad van desde su aplicación en el desarrollo de prótesis biocompatibles, hasta las historias clínicas electrónicas que se utilizan para la medicina de precisión e inclusive en el planeamiento quirúrgico donde, gracias a la tecnología, se pueda recrear la cirugía de forma computarizada antes de siquiera tocar al paciente.
Estos son avances que hoy ya son palpables y que están en funcionamiento. Sin embargo, la Ingeniería Biomédica tiene un crecimiento sostenido a lo largo de los últimos años, en el cual su profundización puede cambiar el futuro de la salud mundial.
Es importante destacar su uso en la medicina de prevención. Si nosotros sabemos todas las características de nuestros pacientes y usamos esa información de forma inteligente, podemos anticiparnos a las situaciones. Así como hoy los sistemas de on demand realizan sugerencias de qué películas o series te gustarían según tu perfil, al tener almacenado el perfil de nuestros pacientes podemos anticiparnos y decir “este paciente tiene tal probabilidad de desarrollar estas enfermedades en un futuro”.
Otra aplicación muy importante es en genómica, que es el estudio del genoma pero de cada paciente en particular. En ese sentido, estamos trabajando en un proyecto para armar el Mapa de la Accionabilidad Genómica Tumoral de Argentina (MAGenTA), que lo estamos empezando a hacer en el Hospital Italiano. La idea de ese proyecto es hacer un mapa de nuestra población y, por ejemplo, ante un tumor y un perfil genético determinado, buscar el mejor tratamiento.
En la Ingeniería Biomédica hablamos de medicina de precisión, de historia clínica electrónica, de una convergencia hacia personalizar el tratamiento, para que, en definitiva, no seamos un número, sino pacientes con nombre y apellido.
Si bien todavía es un concepto nuevo para la sociedad y lo ven como algo del futuro o de otro país, esto es el presente y ya está entre nosotros, donde hay que ver el avance dentro de un todo y no por separado. La Ingeniería Biomédica no sería posible sin tecnología y es en esencia multidisciplinaria, donde los ingenieros biomédicos trabajamos en conjunto con otros profesionales de la salud -como médicos, bioquímicos, biólogos- para lograr todas esas aplicaciones. Mientras que otras ingenierías trabajan con materiales inanimados, nosotros trabajamos con seres vivos y de manera conjunta.
En ese sentido, el desafío que tenemos a futuro es integrarnos cada vez más a los equipos de trabajo. La evolución hacia esa medicina apunta a que un médico haga un posgrado en ingeniería; o que un ingeniero haga un posgrado biomédico. Antes, si vos eras ingeniero tenías este caminito; si eras médico, este otro. Ahora el objetivo es hacer una autopista en la que estemos todos, siempre respetando las profesiones y las responsabilidad que tiene cada profesión. El desafío es poder seguir armando buenos equipos interdisciplinarios y personas multidisciplinarias. Esto no es una moda, es una necesidad.
- ¿Hacia dónde va la tecnología aplicada a la medicina?
La tecnología aplicada a la medicina va hacia la convergencia de dos áreas que, se presumen, tendrán un gran impacto en los próximos años: la inteligencia artificial y la bioingeniería. Estas áreas impactarán no sólo en la medicina, sino en todas las actividades humanas, tal como lo describe en forma brillante el Prof. Yuval Noah Harari en sus tres libros: “Sapiens. Breve historia de la humanidad”, “Homo Deus. Breve historia del mañana”, y “21 lecciones para el siglo XXI”.
- ¿Cómo impacta esto en el sistema de salud y en el paciente concretamente?
En el sistema de salud, y como consecuencia en los pacientes, las nuevas tecnologías, y en especial su convergencia, impactan en mejores diagnósticos y tratamientos personalizados teniendo en cuenta las diferentes características de cada paciente. Esta nueva área se denomina “Medicina de Precisión”, la cual no sería posible sin las nuevas tecnologías, en especial por los avances en informática en salud y genética.
- ¿En qué estadio se encuentra Argentina en este sentido?
En nuestro país, por un lado, estamos en desventaja porque no contamos con la infraestructura más moderna, pero por otro lado tenemos el potencial de formar equipos de trabajo especializados. Para hacer realidad dicho potencial tenemos que combinar educación con investigación y luego la implementación, para después realimentar las tres actividades. Es un desafío pero podemos lograrlo. La Argentina tiene una reconocida tradición en investigación y educación en Biomedicina.
- ¿Qué tan compleja es la implementación de nueva infraestructura en entidades que durante años no se modernizaron?
La complejidad en la implementación de nuevas infraestructuras se concentra en las personas. Para lograr los mejores resultados es necesaria su capacitación, tanto desde el punto de vista científico y tecnológico como del humanista. Por lo tanto, son necesarios los programas educativos teóricos y prácticos en todos los niveles. Todo esto en un entorno de capacitación continua, en especial las entidades que no se han modernizado durante años que necesitarán hacer un esfuerzo mayor.
- ¿Es un gasto o una inversión?
La modernización es siempre una inversión, así como la educación asociada a la misma, porque el desarrollo de las personas realimenta positivamente a toda la sociedad. Todo lo que podamos hacer para mejorar la salud y el desarrollo de la gente es una inversión.
- ¿Cuáles son los principales desafíos del sistema de salud en Argentina?
Desde mi perspectiva tecnológica los principales desafíos son tratar de acercarnos a la infraestructura y lograr la capacitación profesional como en los países desarrollados. Una forma eficaz es a través de la asociación público-privada, como sucede entre el CONICET, el Instituto Universitario Hospital Italiano y el Hospital Italiano de Buenos Aires. Las asociaciones de diversas instituciones por un lado son un desafío, pero por otro lado son importantes para lograr la masa crítica necesaria para estas evoluciones.
- ¿Cómo impacta la situación económica del país en la decisión de este tipo de implementaciones?
La situación económica impacta en varios aspectos, desde las personas a la infraestructura. Con respecto a las personas creo que son tiempos en los que no podemos perder los objetivos. Si bien es muy difícil mejorar la infraestructura, podemos invertir nuestro recurso más preciado, el tiempo, en educación. Y así estar lo mejor preparados posible cuando mejore la situación económica.
Por Dr. Marcelo Risk. Con más de 25 años dedicado a la bioingeniería, es Director de la carrera de grado de Ingeniería Biomédica del Instituto Universitario Hospital Italiano de Buenos Aires.