El ministro de Economía defendió la política de endeudamiento en pesos y ratificó que “el sistema financiero está robusto y líquido”.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, calificó este jueves como “una gran irresponsabilidad” generar versiones sobre un posible default que tendría que declarar un futuro gobierno. En ese sentido, defendió la política de endeudamiento en pesos y ratificó que “el sistema financiero está robusto y líquido”.
El funcionario dijo que no le constaba que economistas de la oposición hayan estimado la posibilidad de un default para una futura administración, pero señaló en declaraciones a Radio Nacional que “ante la duda sería bueno que se manifiesten públicamente”.
Asimismo, Guzmán desestimó demoras en la aprobación final de la revisión del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FM), que se anunció este miércoles y anticipó que se espera que el directorio trate lo negociado el próximo 24 junio. De esta forma, le puso fecha a un trámite que gatillará el segundo desembolso establecido en el acuerdo por u$s4000 millones. Horas antes, el portavoz del Fondo había indicado que no tenía un plazo establecido para la decisión del directorio y dijo que podía llevar entre tres y seis semanas.
En tanto, el ministro volvió a defender el proyecto para gravar la renta inesperada: “Con los números de hoy serían 350 empresas las alcanzadas por el impuesto a la renta inesperada. El número final será al cierre del año”, estimó. Al mismo tiempo aseguró: “El proyecto involucra a empresas muy grandes, no le llega a ninguna pyme”.
Por su parte, respecto al reclamo sobre la actitud del Gobierno cuando hubo “pérdidas inesperadas”, el titular del Palacio de Hacienda respondió: “Nosotros sabemos qué pasó cuando hubo una pérdida inesperada: hubo Repro, ATP”, ejemplificó, sobre las políticas económicas que el oficialismo puso en marcha durante la pandemia.
Finalmente, y en consonancia con la postura de Cristina Kirchner, el ministro apuntó duro contra los empresarios: “Los dirigentes empresariales tienen que asumir la responsabilidad que les toca. La remarcación de precios no debería dar risa, debería dar vergüenza”.