El director de la RAE dijo que es la sociedad quien decide cómo evoluciona su lengua y admitió que la institución “siempre va un poco por detrás de la ciudadanía”; afirmó que “el lenguaje no tiene la culpa de la desigualdad de la mujer”.
El director de la Real Academia Española (RAE), Santiago Muñoz Machado, dijo que son los ciudadanos quienes deciden cómo evoluciona su lengua y admitió, en ese sentido, que la institución “siempre va un poco por detrás de la ciudadanía”.
En el marco del lanzamiento de la Red Panhispánica de Lenguaje Claro, Muñoz Machado visitó Uruguay Chile, Perú y se refirió al debate en torno al lenguaje inclusivo.
“Es la sociedad, son los hablantes quienes deciden cómo evoluciona su lengua. Lo decidirán también con el lenguaje inclusivo. La lengua cambia muy lentamente siempre”
“La RAE no es la única que puede normar esto, desde luego. Son los ciudadanos, al usar el idioma, los que establecen las reglas. La RAE siempre va un poco por detrás de la ciudadanía”, reconoció Muñoz Machado, en un reportaje concedido al diario chileno El Tiempo.
No obstante, aclaró que “una fórmula como ‘les niñes’ no está en los usos generales, no forma parte de la gramática ni es ortodoxa esa manera de hablar y probablemente en muchos lugares no la entenderán” y que se trata más bien de “una manifestación política, una expresión que no tiene realidad práctica”.
“Nosotros constatamos qué clase de castellano es el que está utilizando por la sociedad en un momento determinado y con estos criterios, que suponen un conocimiento de fondo de la situación, podemos concluir que ‘les niñes’ no se utiliza o se utiliza muy poco en la práctica. Pero si hay colectivos que quieren emplearlo o les parece preferente por razones de cualquier clase, pues son muy libres de tratar de imponerlo. Si alguien quiere implantarlo, adelante, y si lo consigue, pues lo felicitaremos en el futuro y en tal caso habrá que cambiar las normas de nuestras reglas para incorporarlo”, explicó.
Si bien reconoció que “la reivindicación de igualdad de la mujer es de las más justas y más evidentemente necesarias en nuestros tiempos”, advirtió que “el lenguaje no tiene la culpa de la desigualdad de la mujer”.