“¿Cómo explicar que en 28 años no se ha podido atrapar siquiera a uno de los múltiples responsables de semejante atrocidad? No hemos aprendido nada”, dijo el titular de la institución, Amos Linetzky.
Autoridades de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y familiares de las víctimas renovaron el pedido de justicia y reclamaron el compromiso de los tres poderes del Estado para esclarecer el atentado que hace 28 años se cobró la vida de 85 personas.
“Hoy es lunes 18 de julio, como ese lunes, apenas pasan las 10 de la mañana, y la herida todavía sigue sangrando. El dolor, como las fechas del calendario, es el mismo”, comenzó su discurso el presidente de la institución, Amos Linetzky, frente a la sede de la mutual, ubicada en Pasteur 633. Este año, tras las restricciones que impuso la pandemia, el acto volvió a ser presencial.
El titular de la institución afirmó que la causa AMIA “es uno de los reflejos más vergonzosos de la historia argentina, una de las grandes deudas de nuestra democracia” y una imagen “que detestamos mirar porque nos muestra un fracaso humillante”, y reclamó el compromiso de los tres poderes del Estado para esclarecer el hecho.
“El mismo compromiso que reclamamos de los fiscales es el que esperamos de las autoridades de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Sin el esfuerzo de cada una de las instancias del Estado, el tiempo seguirá pasando y continuará reinando la impunidad”, señaló.
“Hemos reclamado de manera constante cambios y avances en materia legislativa -prosiguió-. Todos los países que han sido víctimas del terrorismo internacional tienen leyes, herramientas procesales y legales adaptadas a esta nueva realidad. Nosotros, no”.
“¿Cómo explicar que en 28 años no se ha podido atrapar siquiera a uno de los múltiples responsables de semejante atrocidad? Que los canallas, miserables y asesinos de 85 personas siguen disfrutando de su vida diaria, paseando por el mundo con total libertad”, agregó, en ese sentido.
Linetzky sostuvo que Argentina “está exactamente igual que hace 30 años, cuando sufrimos el primero de los atentados contra la Embajada de Israel en Buenos Aires”. Y apuntó: “No hemos aprendido nada. Nuestras fronteras siguen siendo permeables, nuestros controles débiles”.
“Estamos de pie. Seguimos y seguiremos de pie. Somos los responsables de continuar la tarea. De honrar la vida con acciones concretas todos los días. De seguir educando y transmitiendo a las nuevas generaciones”
“Somos la voz de los que ya no están. De los que ese día, y al día siguiente, debían seguir viviendo. De los asesinados en este lugar, hace exactamente 28 años, que nos piden a gritos que no detengamos nuestro reclamo de justicia”, concluyó.