Las entidades bancarias deberán informar los movimientos de las cuentas y las tarjetas de crédito de los usuarios a partir de un monto mínimo de consumo.
Las tarjetas de crédito son una de las variables que se utilizan para medir el consumo popular y, debido a la inflación, en los últimos meses subió significativamente. Pero en septiembre hubo un giro inesperado y el incremento de su uso fue solo del 2,6%, muy por debajo de la inflación.
El crecimiento interanual llegó al 64,8%, y en este caso tampoco alcanzó los niveles de la inflación del período, arrojando en consecuencia una baja de la cartera en términos reales, según el último informe de First Capital Group. Ante esto, el Gobierno lanzó el programa “Ahora 30” para comprar televisores y electrodomésticos en cuotas fijas.
Sin embargo, el menor consumo no significa que no se utilice sino que sucede que como el incremento de los precios de los productos hace que se alcancen muy rápidamente los límites de crédito establecidos, los que no todos los bancos están aumentando, y por eso también se llega más rápido al límite con menos transacciones. Lo relevante es que igual se está consumiendo, y es sobre eso consumo sobre el que está atrás la AFIP.
El último monto que dio a conocer la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) se elevó de $30.000 a $90.000 la cifra mínima para informar las acreditaciones, extracciones, saldos de las cuentas y los depósitos a plazo fijo.
Con estas modificaciones, los bancos podrán agilizar las operaciones y a su vez, recibirán información automática y permanente de las acreditaciones mensuales, extracciones, saldos de las cuentas, los depósitos a plazo y consumos con tarjetas.
Tras el último retoque de las tasas de interés, el costo financiero total para postergar el pago de la tarjeta pasó al 132% anual (77% nominal anual y 111% efectivo anual).
Muy atrás en el tiempo quedó la pandemia en que el costo para refinanciar los consumos con las tarjetas había quedado en el 43% anual (55% de CFT), con una inflación del 36% para aquel año 2020.
Muy distinto a lo que ocurría hace más de una década, cuando fue creado, el sistema del “Ahora 12” ya no significa comprar a 0% de interés.
El costo financiero, tras la última actualización, ya subió al 102% anual, en línea con la inflación de los últimos 12 meses. También con las mejoras salariales. Pero ya no es “gratuito”, lógicamente.
Para el “Ahora 24” (24 cuotas), el CFT ya trepa al 116% anual.