Seguidores de Jair Bolsonaro irrumpieron en los edificios Congreso, el Palacio del Planalto (sede de Gobierno) y el Supremo Tribunal de Federal (STF) durante una manifestación para pedir un golpe de Estado contra el presidente Lula da Silva.
Al menos 400 personas fueron detenidas en Brasilia por haber invadido y destrozado el Congreso, el Palacio del Planalto (sede de Gobierno) y el Supremo Tribunal de Federal (STF), durante la multitudinaria manifestación de seguidores del ex presidente Jair Bolsonaro, que buscaban derrocar al presidente Lula da Silva.
“Vengo a informar que más de 400 personas fueron detenidas y pagarán por los crímenes cometidos, trabajamos para identificar a los que participaron de los actos terroristas”, informó el gobernador de Brasilia, Ibaneis Rocha.
Los detenidos fueron llevados a las sedes de la Policía Civil (investigaciones) de Brasilia, y Rocha echó al secretario de Seguridad de la capital, Anderson Torres, ex ministro de Justicia de Bolsonaro, acusado de liberar la zona.
El gobernador local es aliado del ex presidente y ayer se disculpó con Lula por el intento de golpe. Más tarde, Rocha sería apartado de su cargo por 90 días por el ministro Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal (STF), informó O’Globo.
Fuerzas de seguridad habían recuperado esta mañana el control de los tres poderes tras una operación que convirtió Brasilia en una zona de guerra, a raíz de la acción de los seguidores de Bolsonaro, que piden un golpe de Estado.
Lula, en tanto, decretó la intervención federal por 30 días de la seguridad del Estado.
El Presidente recorrió anoche la zona para evaluar los destrozos. “Todos los vándalos serán encontrados y castigados”, advirtió antes.