El hombre de 87 años nacido en Italia y sanjuanino por adopción fue un referente en el mundo de la arqueología e hizo enormes aportes a la cultura de la provincia.
Escribió innumerables artículos y libros redescubriendo las laderas y picos de las montañas sanjuaninas y los secretos de la arqueología de la zona. A través de su conocimiento, sus exploraciones y el relato de sus experiencias hizo enormes aportes a la cultura de la provincia. Ese es uno de los motivos por los que la partida de Antonio Beorchia Nigris causa dolor en gran parte de la población de San Juan. El hombre, que supo hacer enamorar de la montaña a quienes lo conocieron, falleció este miércoles, a sus 87 años.
Beorchia Nigris nació en Ampezzo (Italia) el 2 de mayo de 1935. Llegó a la Argentina como inmigrante en febrero de 1954, radicándose en la Ciudad de San Juan, donde residió hasta su último día.
Desde joven, desempeñó diversas funciones en el ámbito público y privado, en especial las relacionadas con la preservación del medio ambiente y el periodismo, colaborando con diarios y revistas nacionales y publicaciones extranjeras.
Fue autor o co-autor de obras relacionadas con la arqueología de alta montaña, el andinismo, la exploración, las travesías a caballo, los temas gauchescos, entro otros temas.
Durante 45 años ascendió a nevados y volcanes de Argentina, Chile, Bolivia y Perú. De ese modo, logró realizar trascendentes descubrimientos arqueológicos cuyos resultados se publicaron a partir del año 1970 en seis tomos del Centro de Investigaciones Arqueológicas de Alta Montaña (C.I.A.D.A.M.), institución fundada por el mismo autor.
En 1964 Beorchia Nigris junto a Erico Groch hallaron de modo casual el cuerpo momificado de época incaica en la cumbre del cerro El Toro (Iglesia), que trascendió como “La momia del Cerro El Toro”. Luego, participó del descenso de los restos, operativo del que participó DIARIO DE CUYO.
El hallazgo fue tan importante que, junto a la llamada momia de Hilario encontrada en la década del 1940, se transformó en el punto de partida para la creación del Museo Arqueológico Mariano Gambier.
A lo largo de su vida cosechó gran cantidad de reconocimientos. Fue galardonado como escritor y periodista, siendo autor de libros, ensayos y artículos, escritos casi siempre con estilo llano, coloquial. Al mismo tiempo, en 2007 recibió el título honorífico de “Commendatore” de la República Italiana.
En tanto que, en enero de 2021 decidieron reconocerlo en la provincia, con la colocación de una placa en el Valle del Colorado, Calingasta.